jueves, 20 de enero de 2011

El Gran Diseño de Stephen Hawking


El Gran Diseño es un libro de divulgación científica en el que sus autores, el conocido Stephen Hawking y Leonard Mlodinow, sostienen la idea de que el universo existe al margen de un Creador benévolo. En otras palabras: no es necesaria la participación de Dios en el origen del universo. La polémica tesis, que se ha publicado en un formato (el libro) diferente de los habituales (revistas científicas), afirma que el universo está gobernado por leyes físicas que ordenan y estabilizan el sistema, y que se basan en una regularidad, lo que implica que se pueden hacer predicciones a partir de ellas. Por lo que vienen a decir que el universo es comprensible. Ahora bien, que se pueda llegar a conocer la totalidad del orden del universo, es decir, cómo funciona, no resuelve la pregunta más insondable de todas: ¿por qué existe el universo? La eterna pregunta de por qué existe el universo en vez de la nada. Es por eso que los autores desprecian la ciencia, porque pretenden demostrar algo que ni está a su alcance ni es de su competencia.

      Este orden regido por leyes físicas sería el Gran Diseño. En palabras de los autores, su tesis puede resumirse de la siguiente manera: «El concepto de multiversos puede explicar el ajuste fino de las leyes físicas sin necesidad de un Creador benévolo que hiciera el universo para nuestro provecho»[1]. La postura necesariamente se desvía a un extremo y defiende que «la creación espontánea es la razón por la cual existe el universo»[2]. Esto es posible por el efecto que produce la gravedad en el espacio-tiempo, siendo el tiempo también deformado por la gravedad, algo que supondría que el universo no tendría un inicio y por tanto no existiría la necesidad de que Dios lo hubiera puesto en marcha.

      No, las leyes se ponen en marcha por pura reacción química, escala más compleja que la física. Pero siempre nos podemos preguntar ¿por qué estaban esas leyes ahí? ¿Las puso alguien? Es decir, si el Big Bang fue el origen de nuestro universo, y ese fenómeno se produjo en función de unas leyes que ya existían anteriormente, ¿cómo se enunciaron? ¿Por qué estaban ahí o quién o qué las formuló?

      Dejando atrás ese concepto de tiempo y las irresolubles preguntas planteadas, Stephen Hawking no se olvida de que nuestra existencia, aparentemente, obedece a unas condiciones ambientales muy especiales.

«¿Qué cabe pensar sobre esas coincidencias? Tener tanta suerte en la forma precisa y en la naturaleza de las leyes físicas fundamentales es un tipo de suerte diferente de la que hemos hallado en los factores ambientales. No puede ser explicada con tanta facilidad y tiene implicaciones físicas y filosóficas mucho más profundas. Parece que nuestro universo y sus leyes han sido diseñados con exquisita precisión para permitir nuestra existencia y que, si tenemos que existir, queda poca libertad para su alteración. Eso no es explicable fácilmente y suscita la pregunta natural de por qué las cosas son así»[3].  

      Lo resuelven diciendo que esas perfectas condiciones de nuestro sistema solar son irrelevantes después de descubrir que existen miles de millones de universos. No somos tan únicos como pensamos, a fin de cuentas.

      Pero después de todo, y por ir acabando, para Stephen Hawking y Leonard Mlodinow «el hecho de que nosotros, los humanos –que somos, a nuestra vez, meros conjuntos de partículas fundamentales de la naturaleza-, hayamos sido capaces de aproximarnos tanto a una comprensión de las leyes que nos rigen a nosotros y al universo es un gran triunfo»[4]. Eso es cierto, pero aproximarnos a cómo se rige algo no es aproximarnos a la explicación de por qué existe algo y, en última instancia, deducir de eso que Dios no está detrás del origen del universo, que es lo mismo que decir que no existe, no es un gran triunfo sino el triste sello de una gran arrogancia.

      El Gran Diseño (libro) es la manifestación de la soberbia de una Ciencia que excede sus límites. Sin embargo, el Gran Diseño (la intuición que todos tenemos de la inmensidad del firmamento encima de nosotros) ha calado en los hombres de distintas maneras. Mientras algunos científicos y pensadores, a partir de sus descubrimientos y reflexiones, han descubierto a Dios en el cosmos; otros, en cambio, a partir también de su experiencia científica y sus meditaciones no reconocen a Dios en la naturaleza. Entonces, percibir a Dios no es un problema de sensibilidad o de razón, pues su verdad -su existencia o no- es inabarcable.

      En consecuencia, la libertad pasa a ser el centro de la cuestión, pues a través de ella unos se posicionan de un lado y otros del otro, y llegan a esa conclusión y a la contraria por lo que entienden como más razonable a partir de su experiencia en la vida. Finalmente, es posible que sea la Libertad por la que tengamos que preguntar. Así pues, ¿somos realmente libres? Y si lo somos, ¿por qué y para qué?

FICHA
Título: El Gran Diseño
Autor: Stephen Hawking y Leonard Mlodinow
Editorial: Crítica
Otros: Barcelona, 2010, 224 páginas
Precio: 21,90 €


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[1] Stephen Hawking y Leonard Mlodinow: El Gran Diseño, Crítica, Barcelona, 2010, p. 187
[2] pp. 203 y 204.
[3] p. 184.
[4] p. 204.

1 comentario:

  1. Me compré hace poco este libro y tengo ya mucha curiosidad por empezar a leérmelo. Me lo recomendó mi profesor de Derecho Penal y nos dijo que era fantástico. Entre su opinión y la tuya deduzco que no tiene desperdicio.

    Por cierto, precioso el blog, es uno de los más originales que he visitado.

    Suerte.

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