jueves, 15 de marzo de 2012

El viejo y el mar de Ernest Hemingway

El viejo y el mar es la mejor obra de Ernest Hemingway (1899-1961). Galardonada con el premio Pulitzer en 1953, un año después su autor recibiría el Nobel de Literatura. A pesar de que en mi opinión es un autor sobrevalorado, y que su mejor producción son los cuentos, algunas de sus novelas también son notables. Como por ejemplo, Adiós a las armas y Por quién doblan las campanas. Sin embargo, con esta obra, El viejo y el mar, más próxima en su estructura a un relato que a una novela, Hemingway escribió, sin ninguna duda, una verdadera obra maestra.

Desapareció una noche de Dennis Lehane

Desapareció una noche es el segundo thriller de Dennis Lehane que comentamos en La Cueva. Y en este caso, la denuncia social es clara: la desaparición de un niño y el dilema moral de quién debe hacerse responsable de un niño con un hogar problemático. Dennis Lehane crea, una vez más, una trama oscura, apasionante y compleja. Pero yo tampoco me perdería la brillante adaptación de la novela llevada al cine por Ben Affleck con el título de Adios pequeña, adiós (2007). Ambas obras son notables, pero el debut detrás de las cámaras de Affleck es más que prometedor. Un director con mucho gusto para filmar, para escoger las historias y con guiones muy sólidos.

Mala tierra de María Vallejo-Nágera

María Vallejo-Nágera era una mujer atea hasta que sufrió una conversión religiosa a partir de una peregrinación al pueblo bosnio de Medjugorge. Desde entonces, sus obras literarias poseen un compromiso moral evidente. Su fe cristiana la llevó a publicar lo que más tarde sería un bestseller, Un mensajero en la noche. Con Mala tierra, María nos trae otra historia basada en hechos reales. El testimonio es espeluznante. La vida de una mujer que padeció múltiples abusos sexuales, que fue violada y que fue arrastrada al aborto con menos de 15 años. Mala tierra es, pues, un testimonio fundamental. Necesario para quien no tiene un corazón de piedra sino de carne.

Coriolano de William Shakespeare

Coriolano es una obra deliciosa. Impresa por primera vez en 1623, el genio inglés William Shakespeare la compondría alrededor de 1608-1609. Forma parte de las llamadas Obras Romanas, entre las que destacan algunas de las tragedias más conocidas del dramaturgo como Julio César y Antonio y Cleopatra. Por su actualidad política y su impronta moral, Coriolano no tiene desperdicio. Su héroe, Cayo Marcio (Coriolano), es de una personalidad enorme. Pero su fondo político, tan sabiamente expuesto como profundamente complejo, indica la viva riqueza de esta joya compuesta por una de las mentes más fascinantes de la literatura universal.

Matar a un ruiseñor de Harper Lee

Matar a un ruiseñor es un clásico de la literatura moderna de los Estados Unidos. Premio Pulitzer en 1961, y estrenada una año antes, la obra fue considerada recientemente por los libreros del país como la mejor novela americana del siglo XX. Su autora, Harper Lee (1926), alcanzó algo extraordinario con esta obra, siendo un texto obligado en todas las escuelas de los Estados Unidos; sin embargo, después de este éxito, Lee no volvió a publicar nada más. Créanme, Matar a un ruiseñor envuelve con el paso de las páginas para descubrirnos una época irrepetible, escrita con extraordinaria capacidad narrativa y gran sensibilidad. La película de Robert Mulligan (1962), con Gregory Peck haciendo de Atticus Finch, sencillamente magistral.

Amantea de David Cantero

David Cantero es una cara conocida para el público español y todos aquellos que vieran en su día el principal canal de televisión español (TVE), pues el autor de esta poderosa, tristísima y emocionante obra fue presentador de los informativos del citado canal. Hoy lo podemos encontrar en los Telediarios de Telecinco. Quizá su rostro impida al lector acercarse a su obras, por aquello del desgaste brutal de la imagen, o crearse una idea equivocada de éstas. Sin embargo, el descubrimiento de Amantea ha sido para mí tan gratificante como conmovedor. Desde La Cueva de los Libros, doy las gracias a David Cantero por este regalo en forma de preciosa novela.

El perfume de Patrick Süskind

Patrick Süskind no sospechaba la notoriedad mundial que alcanzaría a partir de la publicación de su primera novela: El perfume (1985). La verdad es que el planteamiento es tan original como provocador. Y es que hay que prestar atención al subtítulo del relato: Historia de un asesino. Jean-Baptiste Grenouille es un ser extraño y abominable que capta el mundo que le rodea de manera prodigiosa por los olores. Despreciado por los demás, no tarda en emprender una odisea. Su objetivo será fabricar el mejor perfume jamás olido, pero resulta que los ingredientes para ello son los que puede aportar una joven virgen. Sin dudarlo, Grenouille acaba con varias mujeres para lograr su maravillosa esencia. Robándoles a éstas la dignidad y el alma. Años depués, releo esta historia absorbiendo sus matices. Y no puedo dejar de apuntar que Patrick Süskind, como si de una moda se tratara, se une a los que desean exponer la fealdad y lo grotesco del mundo. Destaca en todo momento la belleza de lo depravado, como si aquélla pudiera residir en lo infame.