martes, 1 de mayo de 2012

Crímenes exquisitos de Vicente Garrido y Nieves Abarca

Vicente Garrido es el reclamo de lujo de esta novedad literaria en forma de thriller criminológico. El profesor Garrido es una eminencia en este campo, y referencia obligada para quienes desean conocer la mente de los individuos más perturbados y peligrosos que nos acechan a diario. Obras como El psicópata o Investigación Criminal han rellenado con brillantez las lagunas que presentaba en español este campo de la investigación científica. Pero su género  es el ensayo. En Crímenes Exquisitos el profesor Garrido se asocia con Nieves Abarca, no sabe muy bien a qué nivel, con el objetivo de crear una ficción fresca, arriesgada y novedosa. Llama en seguida la extensión de la obra, no muy común entre las novelas de suspense. Su calidad literaria es, por otra parte, bastante aceptable. Pero sin duda su mayor virtud es que es capaz de comunicar eficazmente su mensaje, que no es otro que vivimos en una sociedad muy enferma, y repleta de lobos con piel de cordero.


Crímenes exquisitos es una novela policial con un buen inicio, y un desarrollo con ritmo pero algo deslavazado; propone demasiados cortes, que pretenden darnos una visión de conjunto de varios personajes de la historia. Sin embargo, los capítulos están organizados con precisión y todo funciona como un mecanismo bien pensado. La resolución de unos asesinatos es el argumento principal de Crímenes exquisitos. Valentina Negro, inspectora de la Policía Nacional y una de las protagonistas, debe resolver el asesinato de Lidia Naveira, una joven coruñesa e hija de un importante empresario de la ciudad, hallada muerta en una especie de escenografía que recrea la Ofelia de Millais. Junto con su equipo (Bodelón, Velasco, etc.), Valentina pronto solicita la ayuda de un criminólogo, Javier Sanjuán, y de un especialista en arte prerrafaelita, Christian Morgado. El establecimiento de este triángulo amoroso-profesional sutil, marcará el desarrollo de la novela. En cualquiera de los casos, nuevos asesinatos los convencen de que están persiguiendo a un asesino en serie al que llamarán El artista.

Sin querer desvelar demasiado, la investigación se complica cuando una trama paralela se cruza con el asesinato de la joven coruñesa. En Inglaterra, el inspector jefe Geraint Evans investiga la muerte de Patricia Janz. El cadáver de la joven aparece en la abadía de St. Mary, en Whitby, con una estaca clavada (el asesino se habría inspirado en la obra de Bram Stoker). Sólo más adelante se descubre que este crimen está relacionado con el asesinato de Lidia.

Así, la doble vida de algunas personas, sus más oscuros y repugnantes secretos, empiezan a desfilar por las páginas de esta novela, al ritmo que marcan Vicente Garrido y Nieves Abarca. La Hermandad de El Ruiseñor y la Rosa, con sus miembros practicando rituales enfermizos, comprometerá a un periodista español, Jaime Anido. Y su amante, Lua Castro, también periodista, no tendrá ni idea de con quién se acuesta...

Asesinos que copian a otros asesinos; asesinos que recrean muertes de la llamada cultura popular (Drácula, Frenesí de Hitchcock, etc.); gente mezquina y miserable, monstruos que no aparentan serlo, dan lugar a una historia sórdida pero interesante.

En fin, Crímenes exquisitos no será el thriller del año, pero hay que reconocerle varias virtudes. Una de ellas es que los autores —sospecho que aquí el especialista es Garrido— tratan los procedimientos policiales con realismo y al detalle. Se nota que saben de lo que hablan. Otra de las aristas que tratan correctamente, a mi juicio al menos, es que los buenos son buenos, y los malos, malos. Aunque se traslucen también las simpatías y antipatías de los autores. Por ejemplo, la imagen de algunos periodistas es bochornosa, y en cambio la de los policías está perfilada con tonos mucho más amables (habiendo excepciones y algunos matices). Por el contrario, un lunar de Crímenes exquisitos es que intenta hacer guiños a demasiados sectores sociales distintos, imagino que con la intención de abarcar un público amplio, impregnando así la novela, desgraciadamente, del desagradable aliento que deja a su paso eso que se llama hoy en día corrección política.

Y para cerrar ya un comentario de un libro que no me ha apasionado pero que a ratos engancha y ha sido urdido con no poco esfuerzo, quisiera recordar su mayor virtud. Como decía al principio, Crímenes exquisitos pone en evidencia las perversiones morales y sexuales del pretendido mundo civilizado, síntoma, suponemos, de una decadencia evidente. En segundo lugar, este libro nos advierte de algo muy poco halagüeño, pues al parecer vivimos rodeados de lobos con piel de cordero. Por último, es posible destacar una última virtud. Por su estilo, Crímenes exquisitos es un thriller muy visual, preparado a conciencia, con toda seguridad, para encajar en la gran pantalla, o bien en un formato más televisivo. Y ya no me extiendo más. Crímenes exquisitos va a gustar a un público relativamente amplio. Y creo que aportará frescura a la novela negra española. En definitiva, puede ser un libro muy atractivo para quien le guste el género, que, como sabemos, no tiene unas pretensiones excesivamente elevadas.


1 comentario:

  1. ¡Este hombre no para! aunque el libro pueda ser extenso y no se pueda comparar a otros que tiene buenísimos como "EL psicópata", hay que agradecerle su trabajo. En España no hay tantas publicaciones sobre este tema -creo yo- y a la gente que nos interesa el mundo de la psicopatía y la criminología en general nos viene muy bien. Además, se aprende muchísimo.

    Gracias Luis por el resumen. Estupendo que hayas subido el booktrailer.

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