miércoles, 21 de noviembre de 2012

El libro negro del comunismo de Stéphane Courtois y otros


El libro negro del comunismo es un documento que pone los pelos de punta. Pero a la vez es un testimonio imprescindible. Difícilmente el corazón que está ganado por el odio y mantiene los ojos velados por una ideología criminal pueda ser recuperado… y sin embargo habrá que destapar sus vergüenzas. Pues nadie debería ignorar a propósito este museo del horror. Como dice Stéphane Courtois, uno de los responsables del libro: «Por encima de la obcecación, las pasiones partidistas y las amnesias voluntarias, en este libro hemos intentado trazar una imagen de conjunto de los actos criminales, desde los asesinatos individuales a las matanzas, cometidos en el mundo comunista»[1]. Así pues, como somos adultos, pasen, vean y espántense.


El siglo XX es el siglo de las grandes catástrofes humanas. Un siglo que, a la luz de lo expuesto en el libro y a partir de los acontecimientos fundamentales que lo jalonan, puede considerarse que empieza en 1914 con la primera guerra mundial (en 1917 será la Revolución Rusa) y finaliza en 1991 con la caída del muro de Berlín y el hundimiento de la URSS comunista. Es la era del comunismo. Una era en la que nace la utopía totalitaria más dañina de la historia, y que fuerza a la aparición de movimientos (fascismo y nazismo) que, pese a identificarse en el fondo con ésta y nacer en su seno, se oponen violentamente a ella, sumergiendo Europa en una espiral de sangre y aniquilación. El cáncer de la revolución se extenderá, ya de manera imparable, por el resto del mundo.

No obstante, «cada país o partido comunista posee su historia específica, sus particularidades locales o regionales y sus casos más o menos patológicos, pero éstos se inscriben siempre en la matriz elaborada por Moscú desde noviembre de 1917 y que de esta manera impuso una especie de código genético».[2]

Y como las revoluciones se reconocen por sus obras, la galería del horror a la que dio lugar esta salvaje y bárbara utopía totalitaria es abundante. Convirtió el crimen en masa en verdadero sistema de gobierno. Las cifras son terroríficas, sobre todo porque fueron ocultadas durante mucho tiempo y porque todavía hoy son maquilladas y justificadas por los esbirros del comunismo:

  • URSS, 20 millones de muertos.
  • China, 65 millones de muertos.
  • Vietnam, 1 millón de muertos.
  • Corea del Norte, 2 millones de muertos.
  • Camboya, 2 millones de muertos.
  • Europa oriental, 1 millón de muertos.
  • América Latina, 150.000 muertos.
  • África, 1.7 millones de muertos.
  • Afganistán, 1.5 millones de muertos.
  • Movimiento comunista internacional y partidos comunistas no situados en el poder, una decena de millares de muertos.


Se calcula que el número de seres humanos aniquilados por el comunismo roza los 100 millones de muertos. ¡100 millones de muertos! Con todo, los autores del libro no han incluido otros conflictos donde el comunismo tuvo un peso también determinante en la muerte de seres humanos, como por ejemplo la guerra civil española.

En cualquier caso, El libro negro del comunismo ya hace un repaso por las obras comunistas suficientemente exhaustivo como para conocer a fondo la naturaleza de esta utopía genocida. Las dos primeras partes del libro se centran en la URSS, un estado contra su pueblo, y destacan, entre otras, figuras demoníacas como Stalin o Lenin; además, muestran cómo mediante el terror se persiguió, purgó y exterminó a capas enteras de población. En la tercera parte se estudia a la Europa víctima del comunismo, el centro y el sureste, y sobre todo Polonia. La cuarta parte es un cuadro dantesco, inhumano, donde se recorren pasajes que son la quintaesencia del mal. Se trata el comunismo en Asia («Entre la “reeducación” y la matanza»). En lo alto de la jerarquía diabólica se encuentran Mao y Pol Pot, pero hay muchos otros espíritus infernales aplicando sufrimiento y destrucción poseídos por esa utopía totalitaria. Así, se repasa la desgracia China, los crímenes en Corea del Norte, Laos, Vietnam y Camboya, el genocidio en el Tíbet… Casi no hay razones para la monstruosidad que se vivió en aquellas tierras. Finalmente, en la quinta parte se abordada el comunismo en el Tercer Mundo. América Latina como campamento experimental del comunismo: Cuba, Nicaragua, Perú, etc. África, con imperios rojos como el de Etiopía, y las iniciativas de Angola o Mozambique. Y por último se describe el comunismo afgano y su relación con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Tengo que confesar que leyendo el libro he descubierto que hay algo infinito en el ser humano: su capacidad de asombro. Tras el extenso epílogo de los autores al Libro negro del comunismo, y que titulan «¿Por qué?», no he sido capaz de explicarme aún el horror que gestó esta ideología asesina. Ni siquiera los propios autores cierran el libro resolviendo la cuestión de manera convincente. ¡Cómo comprender de forma plena el mal que es capaz de hacer el hombre! Y sobre todo, cuesta digerir que los resultados de esta ideología monstruosa hayan sido encubiertos por muchos de nuestros semejantes. Y lo es tanto o más que incluso algunos de éstos la sigan defendiendo.

«La atención excepcional otorgada a los crímenes hitlerianos está perfectamente justificada. Responde a la voluntad de los supervivientes de testificar, de los investigadores de comprender y de las autoridades morales y políticas de confirmar los valores democráticos. Pero ¿por qué ese débil eco en la opinión pública de los testimonios relativos a los crímenes comunistas? ¿Por qué eses silencio incómodo de los políticos? Y, sobre todo, ¿por qué ese silencio “académico” sobre la catástrofe comunista que ha afectado, desde hace ochenta años, a cerca de una tercera parte del género humano en cuatro continentes? ¿Por qué esa incapacidad para colocar en el centro del análisis del comunismo un factor tan esencial como el crimen, el crimen en masa, el crimen sistemático, el crimen contra la humanidad? ¿Nos encontramos frente a una imposibilidad de comprender? ¿No se trata más bien de una negativa deliberada a saber, de un temor a comprender?»[3]

Quizá, frente al envilecimiento humano, solo quede guardarse de los hombres y clamar al cielo con 100 millones de preguntas. De cualquier manera seguirá siendo imperdonable que algunas personas no busquen con coraje la verdad.


FICHA
Título: El libro negro del comunismo
Autor: VV.AA
Editorial: Ediciones B
Otros: Barcelona, 1056 páginas
Precio: 33 €

  • Galería del horror


Caníbales - 1919
Campesinos de la región de San Petersburgo (rebautizada Leningrado por los comunistas) se ven abocados al Canibalismo por la hambruna instigada desde el Poder. Entretanto, el Gobierno bolchevique de Vladimir Lenin vendía grano al extranjero para sufragar los gastos de la Guerra Civil rusa.

Hambruna del Volga - (1921-1922)
La ayuda internacional, coordinada por la Cruz Roja y que consistía básicamente en grano, llegaba a Rusia pero no a los hambrientos. El Gobierno de Lenin revendía ese grano para conseguir divisas con las que afianzarse en el poder. Mientras tanto millones de niños morían sin tener nada que llevarse a la boca.

Hambruna de Ucrania (1932-1933)
En 1929 Stalin decretó la eliminación de los campesinos con propiedades o kulaks tachándolos de "enemigos del pueblo". La agricultura ucraniana, entonces granero de la URSS, se colectivizó a punta de pistola lo que desencadenó una hambruna mayor aún que la del Volga. Se estima que murieron entre 6 y nueve millones de personas. 

Hambruna de Ucrania (1932-1933)
A diferencia de la del Volga, la hambruna de Ucrania fue negada por las autoridades comunistas, que invitaban a intelectuales occidentales de izquierda a visitar el país para que viesen con sus propios ojos que no pasaba nada. Lo que se mostraba a los intelectuales eran pueblos de cartón -piedra con figurantes llamados aldeas Potemkin.  

Hambruna de Ucrania (1932-1933)
Los cadáveres se iban acumulando por las calles, lo que dio lugar a numerosos casos de canibalismo. El Gobierno comunista, entretanto, prosiguió con el saqueo de los campesinos dejando morir a propósito a todos los que consideraba enemigos de clase. La Unión Soviética prohibió bajo severas penas que se hablase o escribiese del tema hasta la llegada de la Perestroika. En Ucrania a la hambruna se la conoce como Holodomor. Internacionalmente está considerado un genocidio.
La Gran Purga - (1937-1938)
La Gran Purga de Stalin, llevada a cabo entre 1937 y 1938, costó la vida a cerca de 700.000 personas. Muchas fueron enterradas en fosas comunes como esta de la localidad de Vinnytsia, en Ucrania, donde se han encontrado más de 15.000 cadáveres con un tiro en la nuca. En otras, como la de Bykivnia, en las inmediaciones de Kiev, se enterraron más de 225.000 personas ajusticiadas por los comunistas.
Matanza de Katyn - 1940
En la primavera de 1940 Lavrenti Beria propuso eliminar a los oficiales del ejército polaco que se encontraban presos de los soviéticos tras la invasión del país en 1939. La matanza se llevó a cabo mediante tiro en la nuca en el bosque de Katyn (hoy Bielorrusia) y estuvo a cargo de agentes de la NKDV, la policía política soviética.
Deportaciones del Báltico - 1940
Mientras miles de estonios, lituanos y letones eran masacrados sin piedad, otros fueron sacados de sus hogares a la fuerza y deportados a Siberia sin haber cometido crimen alguno. No importaba edad ni clase social, la política de Moscú era vacíar las antiguas repúblicas bálticas para repoblarlas con rusos. Muchos murieron en el camino, otros en Siberia, sólo una minoría consiguió regresar décadas después. En la imagen un grupo de letones suben a un vagón de ganado igual al que posteriormente los nazis utilizarían para exterminar a los judíos. 
Campos de exterminio - 1945
Aunque sea desconocido, el comunismo soviético levantó y mantuvo durante décadas la mayor red de campos de concentración, trabajo esclavo y exterminio de la historia de la humanidad. Varios millones de personas murieron en ellos sin que nadie en Occidente se hiciese eco. En la imagen tres niños polacos desnutridos en el campo de Buzuluck, en la estepa de Kazajistán en torno a 1945. 

        El sistema de campos contaba con agencia estatal propia a cargo de la NKDV, la llamada Administración de colonias y campos de trabajo, cuyo acrónimo en ruso era GULAG, de donde toda la red tomó el nombre. Entre 1929 y 1953 pasaron por los campos del GULAG más de 15 millones de personas, de las cuales murieron más de millón y medio. A la muerte de Stalin el GULAG tenía casi dos millones de presos. Formalmente el sistema desapareció en 1960 aunque hasta el colapso de la URSS siempre hubo miles de presos políticos. En la imagen un esquelético niño polaco en el campo de Buzuluck. Nótese que, a pesar de estar desnudo, mantiene una cruz de madera colgada del cuello. 
Violaciones en Alemania - 1945
El Ejército Rojo entró a sangre y fuego en Alemania. El jefe de la Propaganda soviética, Ilya Ehrenburg, pidió con vehemencia a los soldados que consumasen la venganza: "Soldados del Ejército Rojo, arrancad por la violencia el orgullo racial de las mujeres alemanas!... ¡Violad, destruid, matad! Y lo hicieron. 




Violaciones en Alemania - 1945
Familias enteras de la Prusia oriental, Galitzia y otras regiones alemanas del este perecieron víctimas de la brutalidad desplegada por el Ejército Rojo, una brutalidad planificada políticamente por los líderes comunistas de Moscú. Prácticamente todas las mujeres desde la niñas de 10 a ancianas de más de 80 fueron violadas sistemáticamente por los soldados "rojos". En multitud de ocasiones después de la violación asesinaban a las mujeres y a sus hijos como se ve en esta imagen. En la RDA se prohibió terminantemente hablar de estos episodios mientras la propaganda del Gobierno comunista alemán vendía que el Ejército Rojo había liberado heroicamente a Alemania de los nazis.
La Gran Hambruna China - (1959-1961)
El régimen comunista chino ha sido tanto o más letal que el soviético. Entre los campos de concentración, los Laogai, las ejecuciones y las hambrunas, el comunismo en China ha arrancado la vida a más de 50 millones de personas.  Sólo la gran hambruna de 1959, provocada por la colectivización forzosa de la agricultura, mató a unos 35 millones. Mientras los silos estatales rebosaban de grano destinado a la exportación, los campesinos morían de hambre. Mao Zedong mostró la más absoluta indiferencia. 
Ejecuciones en China (1949-actualidad)
Todavía hoy el 75% de las ejecuciones que se efectúan en el mundo tiene lugar en China. Sólo en el año 2005 fueron ejecutadas cerca de 10.000 personas, muchas de ellas por motivaciones políticas. El comunismo en China se impuso, como en el resto del mundo, por la fuerza y haciendo uso de una brutalidad fuera de lo común. Durante sus cuatro primeros años de Gobierno fueron asesinadas de 4 a 6 millones de personas. Mao dio la orden de ejecutar delante de los vecinos como mínimo a un propietario en cada pueblo o aldea del país. El propio Mao presumía públicamente de haber liquidado a 700.000 contrarrevolucionarios. 
El Vietcong (1960-1973)
El Vietcong no solía hacer prisioneros pero, si se daba el caso, los concentraba en campos y los dejaba morir de hambre. Los Estados Unidos denunciaron estas prácticas pero, en pleno fragor de la guerra, con la URSS alimentando la propaganda antiamericana, nadie escuchó. En la imagen un norvietnamita que, tras pasarse al lado americano, fue recapturado por el Vietcong y castigado a morir de hambre. El ejército norteamericano le rescató posteriormente salvándole así la vida.
Muro de Berlín (1961-1989)
La RDA levantó un muro entre las dos partes de Berlín en 1961 para evitar que la población escapase del "paraíso socialista". Este muro fue completado con un sistema de alambradas y torres de vigilancia que recorrían toda la frontera entre las dos Alemanias. Cientos de personas murieron tratando de pasar al otro lado. Otras muchas fueron encerradas en presidios donde fueron víctimas de torturas y todo tipo de ultrajes por parte de la policía política de la RDA, la temida Stasi.
Los Jemeres Rojos (1975-1979)
La madre de todas las barbaries comunistas no tuvo lugar ni en Rusia ni en China, sino en la remota Camboya. Durante los años en los que gobernó Pol Pot y sus infames jemeres rojos se asesinó a unos 2 millones de personas de todas las maneras imaginables. "Basta un millón de buenos revolucionarios para el país que nosotros construimos" decía Pol Pot, del resto se podía prescindir.








Los comunistas camboyanos que pretendían "purificar" el país del corrupto capitalismo, empezaron vaciando las ciudades. Se puso a toda la población a cultivar la tierra en condiciones infrahumanas, sometida a privaciones, torturas y continuas ejecuciones por parte de los guardias rojos. En torno al 20% de la población de Camboya pereció durante el experimento revolucionario. Pol Pot tiene el dudoso honor de haber sido el responsable de llevar el marxismo-leninismo a su máxima y más pura expresión práctica.






Los Jemeres Rojos (1975-1979)
La furia homicida de los Jemeres Rojos iba dirigida contra toda la sociedad. Todo el que llevaba gafas fue ejecutado porque los líderes comunistas daban por hecho que era un intelectual y un cosmopolita. Parecida suerte corrieron los católicos, muchas veces ejecutados mediante crucifixión en la selva siamesa tal y como se ve en la foto.  

El genocidio tibetano (1950-actualidad)
En 1950 el Ejército Popular Chino invadió el Tíbet. La agricultura fue colectivizada, los monasterios budistas destruidos y la disidencia severamente perseguida y castigada. Se calcula que entre uno y dos millones de tibetanos han sido asesinados, hechos presos y torturados por las tropas y la policía china. A las bajas humanas hay que sumarle el genocidio cultural y la repoblación intensiva por parte de granjeros chinos. 



Archivo fotográfico: LD


[1] p. 929
[2] p. 960
[3] p. 35


11 comentarios:

  1. Lo que más lamento es la hipocresía que hay en mi país, Chile, donde todos y con justa razón critican a los nazis, pero en donde el partido más asesino de la historia, el comunista, es legal y nadie dice nada. Es un mundo que está izquierdizado y esto comienza desde el colegio y se acentúa en la universidad. Que lástima que la mayoría de la gente venda su alma al demonio.

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    1. Estoy de acuerdo contigo en todo.

      Es más: el fascismo y el nazismo son movimientos muy delimitados a un período histórico, que surgen, precisamente, como reacción al comunismo. No hay que olvidar sus orígenes. El fundador del Partido Fascista, Benito Mussolini (personaje del que publicaré un comentario pronto) era miembro destacado del Partido Socialista italiano; y Adolfo Hitler organiza el suyo a partir de un partido izquierdista alemán. Pero al hacer frente al comunismo, estos movimientos son considerados por "los cronistas de la historia oficial" de derechas. Igual da. Sus diferencias fundamentales entre unos y otros eran la defensa del concepto nacional y -al principio- el respeto a la propiedad privada. Y ni tan siquiera, pues esto último Mussolini pronto lo deshizo. Italia estuvo, mientras él estuvo al mando, a la altura de Rusia en el proceso de estatalización.

      En cualquier caso, el comunismo es una ideología históricamente genocida y represiva, y en consecuencia contraria a la dignidad humana. Su objetivo es, de hecho, destruir el alma del hombre.

      Puedo entender, por lo que decías, la hipocresía de tantas personas, porque la envida, la cobardía y el odio están cada vez más presentes en el mundo, pero tienes razón en que todo esto da mucha lástima.

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  2. Ay.. en Vzla consiguieron el modo de hacer la gran purga armando a los delincuentes y lo de la hambruna ya se esta viendo...............

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  3. Hola, qué tal, posiblemente, el comunismo haya provocado, proporcionalmente hablando más muertos que el fascismo o el capitalismo, pero los capitalistas no tenemos legitimidad para criticar a los comunistas, y me explico, ahí va el siguiente listado de matanzas/guerras/hambrunas:

    40 millones: China, comunista (¿?). Hambrunas provocadas por las delirantes medidas de Mao, sobre todo.
    35 millones: 2ª Guerra Mundial, guerra provocada por los fascistas, pero en cuyo origen influyen los desequilibrios provocados por el capitalismo en las décadas anteriores. Los otros 25 millones de muertos son responsabilidad japonesa, soviética o angloamericana.
    25 millones: Gran Bretaña, capitalista. Hambrunas provocadas por el sistema económico británico en la India.
    20 millones: Unión Soviética, comunista. hambrunas de Ucrania y purgas estalinistas.
    15 millones: 1ª Guerra Mundial, Europa Capitalista (aunque se atribuye habitualmente al nacionalismo).
    10 millones: Bélgica, capitalista. Básicamente, al convertir El Congo en un campo de concentración gigante.
    10 millones: Japón, dictadura militar/economía capitalista. Invasión de China.
    3 millones: Camboya, comunista. Convertir el país en un campo de concentración gigante.
    ¿¿???? millones: Países y multinacionales capitalistas sobre todo. Guerras y dictaduras provocadas o favorecidas en el Tercer Mundo para controlar recursos.

    Naturalmente, de la responsabilidad capitalista en la Primera Guerra Mundial, nadie habla, ni de las hambrunas capitalistas en La India y el exterminio capitalista en El Congo. No se menciona. Y si se hace, se suele decir, "es que eso no es capitalismo. Vale. Pues entonces yo digo que lo de Stalin, Pol-Pot o Mao, tampoco era comunismo.

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  4. Vaya, veo que hay censura en esta página, qué gracia...! bueno, supongo que es demasiado horrible darse cuenta de que los buenos -los capitalistas- han hecho cosas casi tan espantosas como los comunistas y los fascistas... o igual mi mensaje no salió publicado por algún fallo.

    Bueno, sea como fuere, tranquilos, si es que no habéis querido publicarlo porque no os gustan los datos, el genocidio apabullante es algo habitual en la historia humana, no hay nada de lo que avergonzarse.

    Si no lo habéis querido publicar porque pensáis que es revisionismo, entonces mirad "Leopoldo II de Bélgica" o "hambrunas India Británica" en Intelné. Por qué estas cosas no salen en los foros de historia, es bien indicativo del sesgo ideológico de los historiadores occidentales.

    Pero repito, no hay nada de lo que avergonzarse, las matanzas son por la apabullante estupidez del ser humano, da igual que sea "demócrata", capitalista, comunista... En la Guerra de los Treinta Años murió 1/3---1/2 de la población de Alemania, que era el teatro de guerra.

    El gran psicópata Genghis Khan mató al 50% de la población de China, Rusia e Irán.

    La guerra y la represión es algo normal y cotidiano en la historia humana, otra cosa es que en la historia de la Srta. Pepis que nos cuentan en el cole, no las incluyan. De hecho, en todos los países del mundo a lo largo de casi toda la historia, el promedio es, más o menos 10 años de paz, 10 de guerra, 10 de paz, 10 de guerra... jeje, patético!

    De todos modos, yo conozco a fondo el tema de los gulags, y es espantoso... y también la forma en que los capitalistas exterminaban negros en El Congo, o las estupideces de Mao, el imbécil más imbecilíssssisimo de la historia mundial.

    Por último, deciros que se suele entender el siglo XX como el más destructivo -falso- por la simpleza de considerar que 10 millones de muertos sobre 100 millones de habitantes es peor que 1 millón de muertos sobre un país de 2 millones de habitantes -el mundo antes del siglo XIX tenía 10 veces menos población... en fin, es tan simple que lo flipas de ver que nadie, pero nadie, le da la gana de caer en ello.

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    1. Hola Marco:

      En primer lugar decirte que tu comentario no salió publicado inmediatamente porque éstos se moderan. Esta página, como sabrás, es un blog personal, y como tal, sólo lo gestiono yo. Nadie más. Como no he entrado en todo el fin de semana al mismo no he podido revisar los comentarios.

      La segunda cosa que quiero decirte es algo muy sencillo. Sólo se puede hablar con propiedad de censura en un medio público (financiado públicamente). Y esto, insisto, es un blog personal de gestión privada y naturalmente no se censura, en todo caso se silencia o prohíbe lo que el autor considera oportuno (salidas de tono, insultos, etc.), es decir, yo. No es difícil de entender.

      Y ya en relación con el comunismo. Te habrás dado cuenta de que el libro que gloso se titula "El libro negro del comunismo". Y creo que me limito perfectamente al mismo. Los crímenes de los "buenos" para cuando comente un libro que trate ese asunto. Existe por ejemplo un trabajo muy interesante llamado precisamente "Los crímenes de los buenos" de Joaquín Bochaca. Te digo más. No creo en la democracia. En el comentario que publiqué acerca de una biografía de Mussolini, expliqué brevemente por qué. Y quizá no lo has visto, pero mi última publicación versa precisamente sobre las vergüenzas de la ONU... Lo que no entiendo es por qué escuece tanto que se hable abiertamente de los crímenes rojos. Es la ideología más sanguinaria de la historia, y la más perversa.

      Por último, dices que es falso que el s. XX sea el más destructivo de la historia. Tal vez el ser humano tenga que hablar con más exactitud si quiere hacerse entender. Pues bien, haré un esfuerzo: En términos absolutos nunca se ha matado a tantas personas como en el siglo XX. Punto. Ahora bien, en términos relativos, la proporción no ha sido tan elevada como en siglos anteriores. La diferencia es clara. Por eso, repito, el siglo XX, siglo ateo por excelencia, es el siglo que mayor número de muertes registra en toda la historia.

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  5. OK, disculpa, a veces soy un poco impaciente, jeje, es que me embalo de una manera...!

    Tienes razón, el comunismo es el sistema más sanguinario de los dos últimos siglos, es algo horrible. Sin embargo, dices que no entiendes por qué escuece tanto que se hable de los crímenes del comunismo... hombre! es que SÓLO se habla de los crímenes del comunismo. Sin embargo, las hambrunas de la India Británica o el exterminio capitalista -si, sí, capitalista, Leopoldo de Bélgica no era precisamente comunista- en El Congo no se muestran apenas en un debate público, de la misma forma que hay que aguantar estupideces estratosféricas como que un ruso te diga hoy en día que Stalin no era tan malo, o que los Uzbekos le pongan una estatua a un sanguinario salvaje como era Tamerlán.

    Es que es muy triste ver lo mal que se hacen las cosas, desde los medios de comunicación, sobre todo, es muy frustrante, porque te das cuenta de que el ser humano no ha avanzado nada, moralmente hablando. En vez de ir a la raíz de los problemas, seguimos echandole la culpa al "otro" -el terrorista, el islamico, el comunista-, y siempre, siempre, "todos los dictadores son muy malos, menos el de mi país". Es terrible ver como los comportamientos actuales, de propaganda, de ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el tuyo, son los mismos hoy que los de hace cientos o miles de años.

    Y en cuanto a mencionar el ateismo, no sé a qué viene, la verdad. Incluso tomando las cifras de muertos en términos absolutos, lo que es un procedimiento erróneo, aunque lo utilicen los mejores historiadores, siguen ganando las matanzas relacionadas con la religión que con el ateísmo. De todos modos, la religión, el patriotismo, etc., sólo son escusas, mentiras que se divulgan para embaucar a la gente y llevarla a la guerra. Las guerras son por dinero, o por poder, o por rutas comerciales, etc. Aunque tampoco el pueblo puede ser disculpado por las mentiras de los dirigentes, puesto que la gente se deja engañar muy gustosamente. Cuando ves con qué simpleza se habla en las calles sobre el terrorismo, p. ejemplo, recuerda a la forma en que la gente demonizaba al país rival antes de la Primera Guerra Mundial. Por cierto, el terrorismo -oooh gran tabú- provoca muchísimas menos muertes que las guerras, pero en occidente "terrorismo" es palabra tabú - porque nos afecta a nosotros- mientras que guerra no tiene sentido tan peyorativo, porque desde hace 60 años está desterrada de Europa.



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  6. Falso, Fake menuda mierda.. Te descalificas por completo cuando muestras una foto de soldados españoles en la guerra del Rif sujetando cabezas cortadas a familiares de los moros que luego trajo Franco a españa para matar foraneos.. esas fotos no pertenece a Brigadistas, debrías saberlo y no engañar a la gente

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    1. Como indico al final del artículo, las fotografías pertenecen al archivo fotográfico de una fuente periodística... Me conmueve tu rigor, pero si eso es todo lo que tienes que decir del comunismo, por aquí no vuelvas.

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  7. Manipulas con fotos que no son lo que dices que son, la foto de los militares españoles con las cabezas de los rifeños ¿es un error o la prueba del nueve?
    Hay que ser mas riguroso si se quiere tener credibilidad.

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    1. No hay ninguna manipulación. Y no la hay porque no hay voluntariedad de ningún tipo. No necesito tergiversar un documento gráfico para condenar el comunismo con mil y una razones que me respalden. Por otro lado, como habrás leído en el anterior comentario, reproduzco un archivo fotográfico de un periódico digital. Si se les coló una foto, evidentemente se me ha colado a mí. ¿Pero niega una foto equivocada las demás? ¿Es necesario sustituir esa foto por otras diez millones de fotos que hablen del terror comunista? Lo que me indigna es que haya gente tan necia, gente a la que le vale cualquier pretexto para excusar o justificar las causas más perversas. El comunismo, amigo, no tiene defensa posible. No, si se es medianamente humano. ¿O es una broma el terror que el comunismo ha sembrado en el mundo a su paso?

      Dejad de tocar los cojones ya con utopías de mierda que sólo traen miseria y calamidades. Ya sean de izquierdas o de derechas.

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