jueves, 28 de agosto de 2014

España, Patrimonio de lo Sagrado: Carcelén y su fiesta de los Montones


La noche, el fuego, la montaña, un Crucificado de cuatro siglos de antigüedad y un pueblo que lo venera como si estuviera vivo. Todos estos ingredientes se reúnen la madrugada del 23 al 24 de agosto en un pequeño pueblo de Albacete, limítrofe con la provincia de Valencia. Se trata de la inmemorial fiesta de los Montones, celebrada año tras año en Carcelén, agro en el que mis abuelos paternos vivieron durante casi dos décadas, coincidiendo con mi infancia y juventud. Con el tiempo el rito ha ido cambiando, progresando, perpetuándose; hasta tal punto que ahora los turistas identifican los Montones únicamente con la espectacular carrera popular que se celebra de noche a través de la montaña, sin reparar que la festividad, en honor del solemne Santo Cristo de las Eras, una magnífica talla gótica que irradia belleza, fervor y un halo sobrenatural, apreciable incluso visualmente si se es un poco sensible, es un ritual de indiscutible sabor religioso.

domingo, 24 de agosto de 2014

Prometeo encadenado de Esquilo. El mito sobre el desgarro entre el apego a la materia y la llamada del espíritu

Aparte de la maldición de la casa de Atreo, tratada por Esquilo en La Orestíada, su tragedia más enjundiosa es Prometeo encadenado. Relata el conocido mito del titán Prometeo que, tras robar el fuego de los dioses y entregárselo a los humanos, es condenado por Zeus a un suplicio espeluznante. Después de encadenarlo de por vida, el padre de los dioses envía un águila para que devore el hígado del titán diariamente. 


El mito de Prometeo es interpretado en esta antigua tragedia por el más primitivo de los dramaturgos clásicos del que poseemos alguna obra, Esquilo. En realidad, Prometeo encadenado formaba parte de una trilogía, pero las otras dos obras (Prometeo liberado y Prometeo portador del fuego) se han perdido.


En el comienzo de la tragedia, la Fuerza y la Violencia personificadas conducen al titán encadenado, seguidas por Hefesto, el dios del fuego y de la forja, hasta una región montañosa e indómita donde, según la voluntad de Zeus, ha de ser sujetado por tiempo indefinido. La obra, en buena medida, es un monólogo del protagonista, que considera injusta su condena y presume de ser el salvador del género humano: «Yo fui el atrevido que libró a los mortales de ser aniquilados y bajar al Hades». 


De entrada, Prometeo encarna el espíritu de rebeldía. Y por eso representa a Lucifer, el ángel caído. Uno y otro pretenden la desgracia del hombre, aunque prediquen lo contrario. Uno les da el fuego con el que dominar la materia y el medio ambiente, haciéndoles sentir autosuficientes; el otro les invita a elegir falsamente y a vivir como si fueran dioses. El erudito Paul Diel, en El simbolismo en la mitología griega, destaca las consecuencias y los paralelismos.


Por un lado, “la analogía entre el sentido del mito de Prometeo y el sentido del Génesis es tan completa, que en ambos mitos, la caída simbolizada en un caso por el robo del fuego y en el otro por la manzana prohibida, el castigo correspondiente y purificador que padecen todas las criaturas de Prometeo y todos los descendientes de Adán es casi idéntico: el espíritu envía el castigo a los mortales pervertidos en forma de una lluvia que extermina toda vida y que por su virtud purificadora, limpia la tierra y la fecunda nuevamente. (El agua, símbolo de la purificación, apaga el fuego robado, la exaltación imaginativa que, al no estar controlada ni domesticada, amenaza destruir la tierra entera.)” Por otro lado, señala Diel que los hombres, “guiados por la vanidad del intelecto en estado de rebeldía (...) se creen parecidos a los dioses; y olvidándose del espíritu, se trivializan. En la medida en que la luz del espíritu y el calor del alma se apaguen, nada quedará sino el afán trivial de querer beneficiarse en la tierra de los bienes materiales. Por otra parte,  la actividad ingeniosa del intelecto se revela como insuficientemente previsora cuando el espíritu ya no la guía. El intelecto retrógrado, junto con la manipulación insensata de los deseos, conduce hacia la exaltación imaginativa y su ceguera afectiva. La perversión de los sentimientos que de ello resulta empujará a los hombres a discutir entre sí sobre los bienes materiales, y hará que reine la destrucción, en vez de la comodidad buscada”.


Dejando ya de lado las pasadas honduras, la causa de la condena de Prometeo es la soberbia, como le recuerda cada uno de los personajes que ante él desfilan, lamentándose de su desdicha. La soberbia, o también orgullo inmoderado conocido por los contemporáneos de Esquilo como hybris, es el mayor pecado que puede cometerse. El propio Océano, tan viejo como él, se lo recuerda: «penas de esa clase suelen ser el fruto de una lengua en exceso altanera. Nunca, hasta la fecha, has sido humilde»... Prometeo. 


Por el mito sabemos que Heracles, un humano divinizado, libera finalmente a Prometeo y mata al águila que le roe las entrañas todos los días. Lo cual indica que el espíritu de rebeldía ha desaparecido y que han irrumpido en la conciencia del titán los remordimientos y la lucidez; viendo con claridad que la negación de los propios límites y el envanecimiento son actitudes propias de necios, y los necios se ganan a pulso el desprecio de los dioses y su propia ruina.



lunes, 18 de agosto de 2014

El Corán de Mahoma: El libro sagrado del islam

El Corán es el libro sagrado del islam. Según la tradición musulmana, escrito por Mahoma al dictado del ángel Gabriel. A día de hoy puede verse la enorme influencia de este texto, pues ha dado lugar a una religión con más de 1.000 millones de fieles repartidos por todo el mundo, aunque sigue siendo un libro enigmático y casi desconocido más allá de las fronteras de los países musulmanes. Para ellos este libro contiene la palabra eterna e increada de Dios.

En este sentido, con motivo en los días presentes de la ristra de asesinatos brutales y satánicos de cristianos en Irak y otras naciones islámicas por parte de mahometanos enloquecidos y mercenarios del ISIS, me gustaría resolver en pocos párrafos la única pregunta que puede revelarnos la auténtica naturaleza de la religión islámica. La interrogación me parece de lo más sencilla, además de actual. ¿Es el crimen inherente al islam o por el contrario éste es propio solo de una rama fundamentalista ajena al espíritu de su libro sagrado?

viernes, 15 de agosto de 2014

Antígona de Sófocles

Antígona, hija de Edipo y Yocasta, es objeto de atención de Sófocles en una de sus grandes tragedias. Fruto de la unión incestuosa de sus progenitores, la joven Antígona quedará señalada de por vida, y su destino no será más benevolente con ella que el de sus padres. Sin embargo, la herencia recibida no la convierte necesariamente en un ser despreciable; en su caso, Antígona dará una lección moral a cuantos la rodean, defendiendo la legitimidad de enterrar a un hermano pese a la oposición del Estado. Por eso Antígona es sobre todo la tragedia de una mujer que lucha contra viento y marea para que sigan rigiendo las leyes de los dioses, con la seguridad de estar haciendo lo correcto.

martes, 12 de agosto de 2014

España, Patrimonio de lo Sagrado: Santuario de Nuestra Señora de Cortes, Alcaraz (Albacete)


La primera parte del año fue especialmente lluviosa. Quizá por la misma razón, el invierno de 2013, al menos en el interior de la provincia de Albacete, no había apretado demasiado los dientes. Lo contrario sin embargo no nos hubiera extrañado. Por estas latitudes conocemos bien el rigor de los inviernos, aunque según los viejos —que son los que saben—, cada vez son menos crudos. El viento, en cambio, sopló omnipresente durante meses; y entonces, en plena primavera, se resistía a marcharse.

Pero no fue sólo el viento lo que definió al mes de mayo, también estuvo el mes marcado por sus tormentas. Una persona había recibido la caída de un rayo en la capital del país, informaron los telediarios en aquellas fechas. Las tormentas eléctricas recorrían la Península Ibérica de punta a punta, visitando, ruidosas y graves, los pueblos más escondidos que pudiera imaginarse. Aun así no me lo pensé dos veces. A mediados de mes, concretamente el 15 de mayo, y aprovechando una tregua del cielo, hice un pequeño viaje. Las condiciones eran inmejorables según mis gustos solitarios. De esta manera, después de comer enganché mi cámara de fotos y un cuaderno y me dirigí con mi coche rumbo a Jaén. El objetivo era el Santuario de la Virgen de Cortes, a pocos kilómetros de Alcaraz, una población tranquila asentada a las puertas de una de las sierras sagradas de Albacete, y con un patrimonio artístico de valor extraordianario.

domingo, 10 de agosto de 2014

Murena de Jean Dufaux y Philippe Delaby

Para quienes amamos el mundo clásico, y sobre todo la historia de Roma, las obras que se refieren a este período histórico son para nosotros casi un objeto de culto. En mi caso es una exageración, claro está, fruto de mi pasión por los clásicos grecolatinos y por las vidas y gestas de sus más esforzados héroes. Quizá esta pasión mía por Roma y su mundo me excuse en otro momento de algunas manifestaciones más o menos exageradas, pero en este caso no falto un ápice a la verdad si digo que este cómic es una obra sublime. Y si no puedo ir más allá y hablar de obra maestra es porque Murena no ha sido completada todavía. Pero de su primer ciclo, que es el que conozco, únicamente diré maravillas. Pues tendría que hacer un esfuerzo importante para recordar otra obra gráfica en la que el guión y el dibujo brillen a semejante altura... Murena es una de las joyas más preciosas y desconocidas del cómic europeo. ¡Un rutilante tesoro!

El Cuervo de James O'Barr

Cuando El Cuervo apareció en 1981 causó en el mundo del cómic una tremenda conmoción. La historia, y sobre todo su estética, fascinaron a miles de lectores sorprendidos, y no es para menos, con esta tragedia romántica de ambientación tenebrista. La adaptación cinematográfica elevó más tarde a la categoría de mito el relato de James O'Barr, rodeando a este cuento gótico de un halo de misterio tras la muerte de Brandon Lee que ya sería para El Cuervo como una segunda piel. Aunque a mi juicio la sensibilidad de esta época está muy alejada de la estética y la historia que propone esta fantasía melancólica, éste es sin embargo, por su arrebatadora fuerza expresionista, un clásico forjado a sí mismo que no necesita el culto de una masa entregada a otros placeres más prosaicos o a lecturas mucho menos comprometidas. 

miércoles, 6 de agosto de 2014

El Señor de los Anillos III: El Retorno del Rey de J.R.R. Tolkien

En la tercera y última parte de El Señor de los Anillos, se dirime la guerra entre los ejércitos del bien y las fuerzas del mal, tropas oscuras estas últimas que Sauron ha extendido como un virus sobre la faz de la Tierra Media. La Compañía hace frente a los ejércitos oscuros, que se dirigen a Minas Tirith para asestar un golpe definitivo a la capital del reino de Gondor y someter así a la humanidad y todas las demás razas. Y mientras lo hacen, acaparando de esta manera la atención del ojo frenético de Sauron, consiguen un respiro para que el Portador del Anillo cumpla su misión en las tórridas Grietas del Destino. De unos y otros, unidos, depende todo. En El Retorno del Rey se describe la eterna lucha entre el bien y el mal y cómo aquél triunfa sobre éste.

lunes, 4 de agosto de 2014

El Señor de los Anillos II: Las Dos Torres de J.R.R. Tolkien

En la segunda parte de El Señor de los Anillos la Compañía se ha disuelto y sus integrantes emprenden caminos separados. Frodo y Sam continúan solos su viaje a lo largo del gran río Anduin, perseguidos por la sombra misteriosa de un ser extraño que también ambiciona la posesión del Anillo (Gollum-Sméagol). Mientras los hobbits deben enfrentarse al horror y tomar graves decisiones a las puertas del País Oscuro, hombres, elfos y enanos se preparan para la batalla final contra las fuerzas del Señor del Mal. Pero no son éstas las únicas fuerzas que intervienen en la Guerra del Anillo. Una ráfaga etérea, sutil, impalpable, dirige los giros de la historia hacia un final escrito según su voluntad.

viernes, 1 de agosto de 2014

El Señor de los Anillos I: La Comunidad del Anillo de J.R.R. Tolkien

Si me preguntasen a bote pronto cuál es para mí el mejor libro del siglo pasado, diría que la obra de ficción más importante del siglo XX es El Señor de los Anillos. Así lo consideran con razón millones de lectores, su influencia en la literatura moderna es innegable y ha sido objeto de multitud de estudios e incluso tesis doctorales. No cabe duda de que la gran aventura épica de Tolkien (1892, Bloemfontein—1973, Bournemouth), desconocida por el gran público hasta hace pocas décadas, recibió un impulso decisivo con la adaptación cinematográfica de Peter Jackson. Pero El Señor de los Anillos, relegada al olvido o rescatada de éste, es una mina de riqueza inagotable y de hondas raíces religiosas con un decisivo mensaje; de tal modo que su sentido trasciende las intenciones del autor y hace de la obra maestra de Tolkien una historia providencial insuperable en su género.