jueves, 26 de enero de 2017

Rectificar es de sabios: Scorsese, Mel Gibson y dos películas enfrentadas

Desde que vi la última película de Martin Scorsese, no he dejado de darle vueltas a su argumento. Enseguida realicé un artículo sobre la misma, que me pareció bastante logrado; sin embargo al cabo de los días me fui dando cuenta de que no había sabido extraer las últimas consecuencias de la cinta. Me faltó discernimiento y prudencia. El caso es que supe al escribirlo que podría haber dicho todo lo contrario de lo que dije, motivo por el cual me he ido sintiendo cada vez más como un vil sofista. Por eso he de rectificar lo dicho y fijar una posición definitiva. De ahí este artículo.

sábado, 21 de enero de 2017

Los mártires del Japón, Scorsese, Endo, y el silencio de Dios

La última película de Martin Scorsese ha provocado al mismo tiempo reacciones fogosas y las más sinceras adhesiones. La película, sin lugar a dudas, tiene su miga. Por mi parte, he leído con calma lo que ha publicado sobre ella Juan Manuel de Prada en el diario vaticano[1], así como la réplica aparecida en otro medio digital firmada por Candela Sande[2]. Yo creo que ambos tienen su parte de razón. Desde luego, con quien no puedo estar de acuerdo esta vez es con los buenos de Rorate Caeli, que han simplificado excesivamente una cinta que en absoluto celebra la apostasía[3], sino que abunda en matices teológicos, muestra con extraordinario respeto y hermosura el martirio de aquellos cristianos japoneses, e insinúa de modo admirable el misterio que representa caminar por el sendero de la cruz.

miércoles, 4 de enero de 2017

Hasta el último hombre de Mel Gibson

Es conocido mi amor profundo por Mel Gibson. Una admiración que se remonta al año 95 (Braveheart) y que esta noche, si cabe, ha crecido un punto más, después de haber visto su última y deslumbrante película. Una década después de Apocalipto, este genio absoluto del séptimo arte ha vuelto a cuajar una cinta maravillosa. Sin duda la mejor y más estudiada cinta bélica que recuerdo, también la de mayor potencial y recorrido. Si con La Pasión de Cristo caí rendido a los pies de Gibson, ahora el sombrero me quito. Hasta el último hombre es una historia inspiradora, conmovedora y grandiosa, que condensa perfectamente las palabras de Jesús recogidas por Mateo: «os aseguro que si tuvierais fe como un grano de mostaza, diríais a este monte: Vete de aquí allá, y se trasladaría; nada os sería imposible».