De esta manera, cualquier persona vulgar dirá de las criaturas de Shakespeare: «¡Qué exagerados son estos monigotes! ¡El viejo sólo chochea!».
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jueves, 17 de julio de 2014
El rey Lear de William Shakespeare
De esta manera, cualquier persona vulgar dirá de las criaturas de Shakespeare: «¡Qué exagerados son estos monigotes! ¡El viejo sólo chochea!».
viernes, 11 de julio de 2014
Augusto: Vida de los doce Césares de Suetonio
Octavio Augusto (63 a. C. - 14 d. C.), primer emperador de Roma e hijo adoptivo y heredero de Julio César, es una figura excepcional del mundo antiguo. Augusto no sólo vengó el asesinato de éste en los idus de marzo del año 44 antes de Cristo, sino que se hizo con el poder supremo e inauguró un régimen político que perduró en Occidente cinco siglos. Su gobierno fue brillante, quizá por eso la época en la que Roma fue liderada por Augusto ésta conoció su mayor esplendor. También su apogeo literario. Entonces destacaron algunos hombres de valor extraordinario como Virgilio, Ovidio u Horacio. Pues bien, su vida, obra y personalidad nos fueron transmitidas entre otros autores por el genial Suetonio, en sus deliciosas Vidas de los doce Césares; en ellas Julio César, sin ser emperador, fue considerado por Suetonio, si no el verdadero artífice del Imperio, al menos su precursor. En cualquier caso, Augusto superó en muchos aspectos a su legendario padre putativo, pues Roma gozó con él de especial resplandor.
jueves, 10 de julio de 2014
El poder del perro de Don Winslow
A pesar de algunas manifestaciones ideológicas que no comparto en absoluto, esta novela me ha parecido una gran historia. Lo que propone Don Winslow en El poder del perro es un relato potente y actual sobre la guerra contra el narcotráfico, destacando la espiral destructiva que toda guerra de aniquilación provoca. Pues bien, entre los agentes que alimentan esta vorágine, el autor dirige el foco especialmente sobre los medios igual de brutales y dañinos que usan para combartir a los narcos los gobiernos democráticos. El mensaje último, por tanto, es medianamente evidente: tan terroristas son los gobiernos democráticos como las mafias que trafican con drogas y siembran la muerte allá donde extienden sus tentáculos. Para ilustrarlo, Don Winslow mueve a sus personajes por Estados Unidos y Méjico, siendo el eje dramático de esta historia la extensa frontera que relaciona y separa a estos dos países. Una herida con leyes propias, las del soborno, la intimidación y la violencia.