Hace quinientos años comenzaba en Sevilla un viaje largamente soñado por el hombre: alcanzar el mítico Oriente y las islas de las especias por el lado inexplorado del mundo. Este viaje, iniciado por Fernando de Magallanes en 1519, terminaría por convertirse, tres años después, en el viaje más largo de una era: la primera vuelta al mundo concluida por Juan Sebastián Elcano y los hombres de la nao Victoria en 1522.
En los últimos meses ha aparecido en las librerías una magnífica fabulación de aquella gesta, titulada La ruta infinita. Su autor, José Calvo Poyato ha recreado, con gran rigor histórico, la peripecia de los principales testigos de este viaje excepcional. Aquellos navegantes que soñaron con una ruta imposible partieron hacia lo desconocido, exploraron los límites y regresaron para transformar el devenir de la historia al fijar con su estela las nuevas dimensiones del mundo.