Crimen y castigo es una de las obras fundamentales de la literatura universal. Un relato obligado que nos proporciona claves para entender —en la medida de lo posible— al ser humano, y por qué la vida en la tierra es un vía crucis, un valle de lágrimas, una aventura maravillosa surcada por la aflicción y la angustia. Dostoievski habla en este libro de temas universales como el dolor humano, el crimen, la culpabilidad, el asesinato, la búsqueda de perdón divino o la necesidad de redención. Son temas que han sido tratados por otro muchos autores, pero nadie como Dostoievski ha buceado tan profundamente en los entresijos del alma racional.
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martes, 23 de noviembre de 2010
miércoles, 10 de noviembre de 2010
Fullmetal Alchemist o las leyes que no está permitido cruzar
Full Metal Alchemist es un manga de acción y aventuras, pero con un contenido poco dado a chistes o gracias pese al humor que recorre la obra. Pues sobre todo es una metáfora de los límites del ser humano y las consecuencias que conlleva intentar superarlos. La responsable de las ilustraciones y del propio texto es Hiromu Arakawa, quien inventa un mundo donde la alquimia está ampliamente extendida y en el que dos hermanos, Edward y Alphonse Elric, marcados desde su infancia por una tragedia, deciden profundizar en los secretos alquímicos a fin de devolver la vida a su madre.
jueves, 4 de noviembre de 2010
La soledad de los números primos de Paolo Giordano
Según cuentan los matemáticos, existe una
serie de números llamados números primos. Ejemplos de esto son el 11 y el 13, el 17 y el
19, o el 41 y el 43. Como se aprecia a simple vista, los números permanecen
cercanos, casi rozándose, pero sin llegar a tocarse nunca, salvo el dos y el tres.
Este es el original motivo que aprovecha Paolo Giordano en su ópera prima para
construir una emotiva historia en torno a dos personajes dramáticos marcados
fatalmente desde su infancia. Preciosa metáfora por tanto la de los números
primos, que alude a dos vidas que se atraen irresistiblemente, aunque la
inmadurez e inseguridad de sus personalidades —herencia de unos complejos estigmatizados—,
los incapacita para amarse (a sí mismos y a nadie).
De entrada, La soledad de los números primos empieza
con una serie de capítulos cerrados a modo de cuentos, y poco a poco se va
enderezando hasta ofrecer una historia conmovedora y atípica. Mattia y Alice
son dos seres con vidas paralelas, de carácter complicado, y difíciles para la
convivencia. Por otro lado, en sus casas nadie tiene tiempo para
proporcionarles el cariño que necesitan. En consecuencia, la chica, agobiada
por las ilusiones y exigencias de su padre, un día cualquiera se deja caer
mientras esquía, entregándose a la muerte, con la esperanza de que nadie acuda
a rescatarla de entre la nieve. Aquello sin embargo le deja el inolvidable
recuerdo de su cojera, porque Alice sobrevive, pero maltrecha. Mattia, por su
parte, apartado y avergonzado por sus compañeros de colegio debido a su
hermana, una niña con retraso mental, toma una decisión que lo angustia y persigue
de por vida: abandona a su hermana en un banco que hay lindante al río, siendo
consciente de que la pequeña es incapaz de volver sola a casa.
Y sin esperanza en el
horizonte, los dos personajes se enfrentan a la marginación y a la soledad el
resto de sus días.
Al principio, a
través de una narración electrizante, los capítulos se alternan entre los personajes,
hasta que sus vidas por fin se entrelazan. Sin embargo, aunque juntos, siempre llevan
caminos separados. La construcción psicológica de los personajes es muy
interesante; de hecho, en todo momento hacen partícipes al lector de sus
inquietudes, comprometiéndolo emocionalmente. Con todo, son individuos
inmaduros, superficiales, inseguros, acomplejados…, invalidados para esta vida.
Finalmente, cabe hacer
al menos un reproche a esta novela abrumadora, pues aunque resulta emotiva y triste
y mueve a compasión, el autor presenta la locura como una forma de hacer
justicia en un mundo inicuo donde no rige verdaderamente el principio moral que
lleva a dar a cada uno lo que le corresponde o pertenece. Y es que los
personajes, asqueados del mundo, dan la espalda a éste, se aíslan, se hunden, sintiendo
muy vivas la soledad y el vacío en sus corazones. El reproche final, en conclusión,
es que los chicos podrían aprovechar su dolor para dolerse, buscar luego el
perdón y cambiar sus vidas. Pero es cierto que hay personas que nacen con mal
fario, y viven en un perpetuo y oscuro desamparo, como Alice, Mattia y tantos
otros...
FICHA
Título: La soledad de los número primos
Autor: Paolo Giordano
Editorial: Salamandra
Otros: Barcelona, 2009, 288 páginas
Precio: 16 €
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From Hell: Alan Moore invoca a Jack el Destripador desde el Infierno
From Hell es un verdadero mosaico de la sociedad victoriana de finales del siglo XIX. En él se describen con maestría y de una forma subyugante los acontecimientos más terroríficos que se recuerdan de la antigua Londres: los brutales asesinatos de Jack el Destripador. 1888 es un año en el que nos sumerge con perfección y violencia —por su capacidad para atraparnos en el relato— el excepcional guionista y creador de originales comics Alan Moore. Galardonada esta novela gráfica con infinidad de premios, tiene gran parte de culpa en el éxito de la obra el tétrico e ideal dibujo de Eddie Campbell. Con trazos a base de rayas, el dibujante nos muestra unas escenas negras, oscuras y angustiosas, que complementan formidablemente a una historia tan potente como perturbadora.
Stefan Zweig y La impaciencia del corazón
La impaciencia del corazón es una novela
magnífica, ambientada en los años inmediatamente anteriores a la Gran Guerra
(1914-1918); y tal vez, de hecho, la mejor de uno de los narradores más
extraordinarios de la literatura europea contemporánea (primera mitad del siglo
XX). Stefan Zweig es considerado un maestro a la hora de describir la
complicada naturaleza humana, tan dependiente de los apetitos y deseos. Con
todo, la mayor virtud que posee es su estilo florido, fino y elegante.
El personaje central del
relato es Anton Hofmiller. Un joven y apuesto teniente de caballería del ejército
austríaco que conforma el cuadro vital de esta sobrecogedora historia junto al
magnate húngaro Lajos von Kekesfalva, su hija paralítica Edith, y el abnegado
doctor Condor. Con estos cuatro individuos se basta el escritor vienés para elaborar
un relato interiorista acompasado por un ritmo que apenas descansa. Y es que Zweig descarga
con su pluma una tormenta de sentimientos y emociones, palabras que se
convierten en un torrente expresivo, adornado por un brillante vocabulario.
Sin necesidad de
descripciones paisajistas o detalles innecesarios, la acción pasa como decía
por el caudal de sentimientos que fluye por el corazón y la psique del
protagonista, del que se enamora la entrañable Edith, pero por la que éste que
sólo siente cierta lástima. A pesar de todo, Hofmiller es un hombre común, que
vive enfurecido y atormentado por los remordimientos, envuelto en
contradicciones difícilmente conciliables, infectado por la compasión y la
pena. Esa falta de sinceridad conduce finalmente a un desenlace fatal y sin
embargo imprevisible. Son en realidad los anhelos, pasiones y miedos de los
cuatro personajes protagonistas los que al cruzarse desencadenan la tragedia.
Sea como fuere, al
concluirse este relato, se tiene la convicción de que ésta es una historia
madura y bien cerrada, pues es sólo al final cuando se encuentra explicación a
ciertas acciones pasadas de los personajes, que vibran por amor, compasión,
celos, perdón, olvido y culpa. Y sólo al término del mismo, como decía, cala en
el lector la idea de que el ser humano tiene innumerables debilidades, sin
duda, pero también una evidente ambición de trascendencia.
Dicho esto, La impaciencia del corazón es una novela
conmovedora, humana y fascinante, que sin duda recomiendo.