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martes, 28 de febrero de 2012

La Fiesta del Chivo de Mario Vargas Llosa

La Fiesta del Chivo es uno de esos libracos de Mario Vargas Llosa en los que se pone de manifiesto su soltura con el español y su riqueza expresiva y, sobre todo, una historia apasionante de esas por las que todavía se puede decir que la realidad supera la ficción. El escritor peruano nos narra en esta novela las andanzas del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo Molina, apodado por algunos «el Chivo», y cómo hizo suyas una nación y una era.

jueves, 9 de febrero de 2012

Shutter Island de Dennis Lehane

Dennis Lehane es uno de los mejores representantes de la novela negra de los Estados Unidos de América. Tiene mejores obras que Shutter Island, pero no deja de ser una historia original y sorprendente, con un final alucinante e inesperado. La idea es de genio. Pero tiene precursores, sin ir más lejos Los renglones torcidos de Dios, novela también comentada aquí. Martin Scorsese se lanzó a llevar a la gran pantalla esta historia de Lehane con resultado brillante, escogiendo para la piel del protagonista a un soberbio Leonardo DiCaprio.

Los renglones torcidos de Dios de Torcuato Luca de Tena

Los renglones torcidos de Dios es una obra maravillosa, desconocida sin embargo por el gran público, con un título que muestra la grandeza y sensibilidad del autor. Torcuato Luca de Tena, el responsable de esta novela, hombre de letras y corresponsal de prensa en Londres, Washington, Oriente Medio y México, además de miembro de la Real Academia Española, firma una intriga sorprendente con un personaje literario enorme: Alice Gould. La acción girará en torno a esta mujer dentro de un manicomio con más de ochocientos enfermos mentales. La locura es el tema de la novela, pero ¿quiénes están locos y quiénes no? Y la locura, ¿será un renglón torcido de Dios, una falta de ortografía, o un don? A mí, Los renglones torcidos de Dios me gustó mucho; esta novela es fascinante y enigmática.

Corsarios de Levante de Arturo Pérez Reverte

Corsarios de Levante es la sexta entrega de Las aventuras del capitán Alatriste. Diego Alatriste e Íñigo pasarán dos años en las galeras del rey, recorriendo el mar Mediterránedo, que, después de Lepanto, queda como una frontera difusa entre los dos grandes poderes de la época: España y el Imperio Otomano. Pasearán por las calles de Orán (plaza fortificada española), desembarcarán en Malta y arribarán a Nápoles. Pero es mejor que nos cuente Íñigo qué nos espera en este libro: «Contaré, sin omitir punto en ello, de escaramuzas y corsarios, de mocedad feliz, de abordajes, de matanzas y saqueos. También diré por lo menudo cuanto en mi siglo —qué lejano parece, ahora que tengo viejísimas cicatrices y canas— hizo el nombre de mi patria respetado, temido y odiado en los mares de Levante. Diré que el diablo no tiene color, ni nación, ni bandera. Diré cómo, para crear el infierno así en el mar como en la tierra, en aquel tiempo no era menester más que un español y el filo de una espada».

El caballero del jubón amarillo de Arturo Pérez Reverte

Quinta entrega de Las aventuras del capitán Alatriste: El caballero del jubón amarillo es la más aventurera de las anteriores novelas. Si en El oro del rey Reverte ambientaba la trama con algunas pinceladas de la economía de la época, en El caballero del jubón amarillo apunta al ambiente cultural, sobre todo en lo que concierne al teatro. Sale en escena incluso el genial Lope de Vega. Si bien es cierto que esta aventura tiene más enfrentamientos y peleas que todas las anteriores juntas y el entorno pasa, aún más si cabe, a un segundo plano. Lo más importante, sin embargo, de este entretenidísimo libro es que nos descubre la verdadera naturaleza de Diego Alatriste. Un personaje oscuro, un asesino.

El oro del rey de Arturo Pérez Reverte

El oro del rey es la cuarta entrega de Las aventuras del capitán Alatriste. De regreso de Flandes, Diego Alatriste y su pupilo Íñigo Balboa se detienen en Sevilla, donde les depara una peligrosa aventura. Álvaro de la Marca, conde de Guadalmedina y amigo del capitán Alatriste le encarga un trabajo de parte del mismísimo valido del rey, Olivares. El mismo consistirá en sabotear un barco cargado de oro. El contrabando de oro y plata de las Indias es un gran negocio para muchos nobles, y tanto el rey Felipe IV como el conde-duque de Olivares deciden jurársela al duque de Medina Sidonia, que por lo visto está concentrando demasiado poder en la Corte. El oro del rey es un libro desigual, pero Pérez-Reverte, intercala entre las páginas más aburridas otras excelentes. Párrafos sueltos inspirados por los que merece la pena leer y comprar el libro.