María Vallejo-Nágera era una mujer atea hasta que sufrió una conversión religiosa a partir de una peregrinación al pueblo bosnio de Medjugorge. Desde entonces, sus obras literarias poseen un compromiso moral evidente. Su fe cristiana la llevó a publicar lo que más tarde sería un bestseller, Un mensajero en la noche. Con Mala tierra, María nos trae otra historia basada en hechos reales. El testimonio es espeluznante. La vida de una mujer que padeció múltiples abusos sexuales, que fue violada y que fue arrastrada al aborto con menos de 15 años. Mala tierra es, pues, un testimonio fundamental. Necesario para quien no tiene un corazón de piedra sino de carne.
María Vallejo-Nágera nos traslada el testimonio de Anne Sophie, una mujer que sufrió una infancia terrible y una vida de abusos y dolor hasta ordenarse monja. Los nombres son ficticios, pero la historia es absolutamente real. Nació en San Francisco, y el seno familiar era una olla a presión en la que los ingredientes eran una madre resentida y desequilibrada que sufría las infidelidades de su marido; un padre irresponsable que tenía la mente fuera de su hogar y entre las piernas de otras mujeres; y, sobre todo, el hermano mayor de Anne Sophie, que intentaría en varias ocasiones violar a su propia hermana.
Los horrores que hubo de padecer desde bien niña sobrecogen. Bien pronto conocemos que de niña un pervertido la obligó a montarse en su coche y abusó de la pequeña, que sus vecinos, algo mayores que ella, abusaban constantemente de Anne Shopie; o que otro enfermo la violó repetidas veces en los aparcamientos del aeropuerto. La vida de esta mujer es un paseo del horror, que llegó a su momento álgido cuando tras una violación quedó embarazada. Con menos de 15 años, Anne Sophie se vio arrastrada a abotar la vida que llevaba dentro, y María se encarga de describirlo de una manera que encoge el alma.
Quiero cerrar el comentario con el siguiente fragmento de Mala tierra, pues el tema me resulta demasiado duro por cuestiones personales. En el pasaje, María Vallejo-Nágera expone el sufrimiento de Anne Sophie y su advertencia desesperada de qué es verdaderamente el aborto y cuáles son sus consecuencias. Después de aquello, muchos años después, Anne Sophie fundaría una sociedad «por el respeto de la vida y la defensa de la familia desde la concepción hasta la muerte natural». A mí, después de leer este sobrecogedor testimonio, me surgen dos preguntas: 1. ¿Cómo puede ser perdonado un crimen así?, y 2. ¿Cómo puede cicatrizar tanto dolor y sufrimiento? Anne Sophie responde que sólo conociendo a Dios, sólo acercándose a Él. Para creyentes y para no creyentes, la autenticidad del fragmento es incuestionable, y de igual manera, impactante. Temo que las verdades de esta monja no serán bien recibidas por el mundo moderno. ¡Al diablo con él! A mí, por suerte, me abofetearon en lo más hondo:
«¡¡¡Aquel hombre había introducido una inyección salina que había quemado literalmente a mi hijo hasta hacerlo pedazos!!!
Muchos años después un abortista arrepentido me explicó con detalle lo que es una "infiltración salina". Se realiza extrayendo cierta cantidad de líquido intrauterino con una jeringa e introduciendo un componente químico salino. El feto entonces lo traga, se deshacen sus tejidos (se queman) y comienza a convulsionarse hasta morir. Lo normal es que el feto muera y sea expulsado de forma natural por la madre en un par de horas, aunque a veces se tarda algo más. En la mayoría de las ocasiones sale quemado o con grandes heridas. Otras veces es extraído quirurgicamente por el médico, quien lo hace pedazos con los instrumentos de quirófano para sacarlo con mayor facilidad.
Escucha escritora y entiéndelo bien: debes decir a tus lectores, dando voces si es necesario, que el aborto es un crimen de dimensiones incalculables. Jamás la ciencia médica inventó e inventará un asesinato de igual envergadura. Proclama hasta quedarte ronca que el aborto no soluciona los problemas de la sociedad, sino que los empeora, convirtiendo al ser humano en una criatura abominable. Ya pueden mil gobiernos abortistas gritar que es un derecho de la mujer y que nada debe impedirlo. No, María, la realidad es que el aborto no es más que un negocio genocida extraordinariamente lucrativo, cuya semilla se sembró y germinó desde la misma esencia de la maldad humana. El aborto mata, destruye y hunde a las personas que lo cometen o apoyan, y tarde o temprano pasa factura. ¡Mienten aquellos que afirman lo contrario! Una mujer que aborta se condena a la desidia, a la desesperación, al dolor escondido... Su pecado es de tal gravedad que el mismo cielo se revuelve, se resiente y conmueve hasta el infinito; hace añicos todo lo hermoso que Dios nos regaló al entregarnos una humanidad perfecta. Que toda mujer que vaya a cometer un aborto sepa que ese acto no desaparerá nunca del equipaje de su vida y que deberá cargarlo disimulado entre los placeres del mundo. Algunas incluso recurrirán a torpes brumas absurdas, como las drogas, el alcohol o los amantes. Tales remedios serán siempre ineficaces para paliar los recuerdos de un acto abominable que hubiera podido tener una solución: la adopción. ¡Diles que se arrepientan antes de tomar una decisión semejante, escritora! Luego ya no habrá remedio... Y si se lanzan a hacer lo que yo hice, ¡anímalas a que busquen a Dios y le pidan perdón! Un corazón contrito siempre obliga a Dios a perdonarle. ¡Que nunca le tengan miedo! Que lo sepan entender a través de mi triste historia, la de una niña de quince años sola y desesperada que tuvo que matar a su propio bebé porque el mundo pensaba que sobraba de la tierra. Los adultos que me rodearon se hicieron gratuitamente jueces de mi vida y de la muerte de un ser extraordinariamente indefenso y vulnerable, de un ser humano que no puede defenderse de los médicos ni de la madre que desea abortar. Un feto no tiene salida, escritora; sólo es poseedor de su propia vulnerabilidad.» (pp. 127-128)
Otras obras de María Vallejo-Nágera comentadas en La Cueva.
—Un mensajero en la noche.
FICHA
Título: Mala tierra
Autor: María Vallejo-Nágera
Editorial: Ciudadela
Otros: Madrid, 2009, 256 páginas
Precio: 17,90 €
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