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sábado, 1 de septiembre de 2012

Las Horas Oscuras de Juan Francisco Ferrándiz

Las horas oscuras es un libro excelente (pues cumple como pasatiempo y su mensaje es edificante) que desgraciadamente —intuyo— no ha tenido la repercusión que merece. Juan Francisco Ferrándiz tiene que lidiar, desde que su obra apareciera publicada en mayo (2012), con el denso mundo editorial español y con el ridículo número de personas que lee algo que merezca la pena. Y en esta ocasión, esta novela histórica con sabor a El nombre de la rosa de Umberto Eco, merece ser leída.



         Una de las primeras cosas en las que me fijo al leer cualquier historia de ficción es si está bien escrita. Las horas oscuras lo está. Y es cierto que cuando me regalaron la versión editorial prohibida a la venta, lo empecé con recelo; temí que se tratara de un producto más exagerado por el márketing y sin fuste alguno, a pesar de que su historia —esbozada en la contraportada— parecía atractiva. Sin embargo, ha sido una aventura agradable, reconfortante y, por qué no, un refrescante pasatiempo veraniego (imaginar un marco como la Irlanda medieval, en medio de un bosque velado de nieblas, es una distracción magnífica para soportar el bochornoso agosto español).

       La mejor introducción del libro es su sinopsis editorial:

     "Cuentan los ancianos que hace mucho, mucho tiempo, cuando el mundo se estremecía por temor al inminente fin del milenio, un forastero llegó a las brumosas tierras de Irlanda con una misteriosa misión. Dicen que ese hombre, un monje atormentado y valeroso llamado Brian de Liébana, huía de unos malvados caballeros de tez pálida y alma oscura, cuyo nombre nadie osa pronunciar en voz alta sin santiguarse.

       Los más viejos afirman que Brian y sus compañeros, sabios religiosos venidos de todo el continente, se atrevieron a reconstruir el monasterio de San Columbano, antaño escenario de una cruel matanza. Y aunque algunos juran que profanar esas ruinas supuso el inicio de todas las desgracias, otros opinan que fue la presencia intramuros de una hermosa mujer celta lo que desató la ira de Dios. 

           Pero si hay algo que nadie niega en esa isla de cielo gris y abruptas costas es que la muerte consiguió traspasar los muros del monasterio y extenderse por los senderos del bosque cual preludio del apocalipsis. Que una mano asesina, certera e impía, se cobró la vida de muchos inocentes, y que, durante largos meses, druidas y monjes, nobles y plebeyos vivieron atrapados bajo un denso manto de miedo y de sospechas."

       Juan Francisco Ferrándiz demuestra que se ha documentado muy bien para esta novela. Sitúa la historia en el paisaje mágico irlandés de finales de siglo décimo, cuando en toda la cristiandad se vivía con temor la llegada del año mil (milenarismo) y la revelación del Apocalipsis de San Juan se intuía más cerca que nunca. En este marco exótico (mezcla de raíces paganas celtas y un nuevo dios redentor y omnipotente) aparece un monje misterioso, Brian de Liébana, que llega a las costas de Irlanda en medio de una tormenta con la intención de levantar de nuevo el viejo monasterio de San Columbano. Más tarde, otro grupo de monjes (frates) lo acompañarán en el proyecto. La misión tiene por objeto defender los enormes tesoros que guardaba la antigua biblioteca del monasterio: miles de libros antiguos, testimonio del saber de los clásicos. Con lo que pone de manifiesto el autor la importancia incalculable de la Iglesia en la conservación y posterior difusión de la cultura grecorromana. 

      Sin embargo, la empresa de Brian de Liébana y sus compañeros se ve puesta a prueba por peligrosos enemigos. Por un lado está un rey codicioso y salvaje (quizá el personaje más elemental de todos, el menos elaborado y más arquetípico), Cormac O'Brien, y el obispo Morann. El rey es un monstruo que mantiene un pulso con los druidas (muy populares entre el pueblo) y que desde la llegada del monje a Irlanda supone para éste una piedra en el zapato. El objeto de discordia es Dana, una chica humillada y torturada de la que se apiada Brian, ganándose el odio del rey. Y un personaje entrañable que supera un trauma horrible.

      Pero por otro lado están los scholomantes o strigoi, un grupo de seres demoníacos que busca acabar con la empresa de los monjes y destruir los tesoros bibliográficos que conservan. Estos peligrosos enemigos no dejan de representar la oposición que mantienen las fuerzas del mal con los hombres de Dios, los verdaderos transmisores de la luz. Y en otro sentido, las tentaciones que todo hombre sufre para desviarse de los caminos que lo acercan a Dios: fuente de donde brota la Verdad y la Felicidad.

      Las horas oscuras es un hermoso libro. En el paisaje mágico que describe Juan Francisco Ferrándiz hay vida y muerte, alegría y llanto, satisfacción y dolor, compasión y venganza, valentía y cobardía, generosidad y envidia, amor y odio... en definitiva, luz y oscuridad. Pero por encima de todo, permanece el legado incalculable del cristianismo, tan evidente que se hace difícil comprender su éxito sin la propia intervención de Dios.

FICHA
Título: Las horas oscuras
Autor: Juan Francisco Ferrándiz
Editorial: Editorial Grijalbo
Otros: Barcelona, 2012, 640 páginas
Precio: 21,90 €

1 comentario:

  1. A mi también me ha encantado. Es una excelente lectura, que no da tregua. Saludos cordiales

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