Shakespeare es el poeta y dramaturgo inglés más universal de todos. Las obras de ningún otro autor han merecido tanta atención por parte del cine, y ha existido siempre unanimidad en reconocer al bardo como uno de los genios literarios más importantes de la humanidad. Sin embargo, sus textos interesan hoy casi exclusivamente a lectores cultos, hombres y mujeres de gustos refinados, aunque sus representaciones teatrales fueran seguidas a la sazón por las capas populares. Macbeth, sin ir más lejos, es una de sus cimas dramáticas. En esta obra el genio inglés se supera en su esfuerzo de síntesis, y ofrece, de paso, algunas de sus más altas palabras sobre la vida y la muerte.
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martes, 24 de noviembre de 2015
domingo, 15 de noviembre de 2015
Las Euménides de Esquilo: Tercera parte de la Orestea
No
es fácil explicar el arco que comprende la conversión de las implacables Erinis
en benévolas Euménides. En la tercera y última parte de la Orestea, Esquilo
rompe la cadena de maldición y muertes de la casa de los Atridas con un voto de
gracia de la diosa Atenea. La justicia humana sin embargo, y esto es lo
impresionante, representada por el jurado de ciudadanos atenienses, es incapaz
de resolver si tiene razón Orestes o las Erinis, y en consecuencia empatan a
votos. La respuesta ofrecida por Esquilo para explicar la injusticia y el mal
introducido en el mundo, y cómo deben ser restituidos dentro de un orden que se
haga respetar verdaderamente, es que se trata de un misterio que desborda por
todos lados al hombre, pero que no queda más opción que delegar en una
autoridad humana este tipo de decisiones si no queremos que cada uno sea juez y
parte de sus propios intereses.
Las Coéforas de Esquilo: Segunda parte de la Orestea
Con
el rey Agamenón recién inhumado, esclavas troyanas se acercan por encargo de la
reina a verter libaciones (coéforas) sobre su tumba. El lamento de éstas es
vigilado por dos hombres, Orestes y Pílades, que vuelven de Delfos con un
objetivo inspirado por Apolo: vengar la muerte del padre del primero de los
jóvenes. Cualquiera diría que los dioses velan por que exista cierta justicia.
Pero como advertirá Esquilo en esta tragedia, segunda de la Orestea, no
parece que nadie pueda aplicarla imparcialmente y de forma completa.
Agamenón de Esquilo: Primera parte de la Orestea
La
Orestea u Orestíada es la única trilogía completa que ha sobrevivido hasta
nuestros días del genial Esquilo. Y de las ochenta obras que se conocen del más
arcaico de los poetas trágicos, siete solamente se conservan. Agamenón es precisamente
la primera parte de la trilogía que tiene a Orestes, hijo de Agamenón y
Clitemnestra, por eje de la misma. En ella, el héroe cuyo nombre da título al
libro, regresa a casa, después de una década de fatigas frente a las murallas
de Ilío. Pero lo que le aguarda al comandante en jefe de las fuerzas aqueas no
es un recibimiento amable, al contrario de lo que le sucede a Ulises en su
vuelta al hogar, sino un acto sangriento más de la interminable maldición que
pesa sobre la casa de los Atridas. La tragedia arranca por tanto con la
interrogación mayúscula que supone el poder contagioso del mal y la necesidad
humana de reparar toda injusticia.
domingo, 1 de noviembre de 2015
La Regenta de Leopoldo Alas «Clarín»
Las personas que saben de esto consideran,
con acierto en esta ocasión según mi parecer, que La Regenta es
la mejor novela española del siglo diecinueve. A la misma altura como mínimo
que Fortunata y Jacinta, y no muy por debajo de la más alta
cumbre de las letras del viejo reino de Castilla: Don Quijote de la Mancha.
La obra maestra de Clarín recibió en su día encendidos elogios y
también severas críticas, aunque disfrutó de escaso éxito. Después pasó su hora y dejó de interesar a casi
nadie. Esta sinfonía narrativa mantiene pese a todo ese aroma singular que
emana de los grandes clásicos. En él se fragua en realidad la enorme
preocupación espiritual del escritor zamorano, cuestión esencial, y fundamento,
de esta obra prodigiosa, triste y auténtica, a pesar de haber sido utilizada
desde entonces como metralla contra la Iglesia.
¿Existe Dios? Breve disertación sobre la cuestión de Dios de Luis Segura
¿Existe Dios? Ésta es seguramente la cuestión que más ha dado que hablar a los hombres y mujeres de todas las épocas y lugares. Especialmente en Occidente, en los dos últimos siglos y medio, cuando se ha ido poniendo en duda la existencia de Dios y los hombres viven ya de espaldas a Éste, exista o no. Su sola mención mueve pasiones, enfrenta familias y pone a prueba amistades. Se ha dado la vida por Él y se ha matado en su nombre. Unos lo aman y defienden, y otros lo combaten y desmienten. Pero ¿qué se puede decir sobre este asunto en los albores del siglo XXI? ¿Realmente Dios no existe? ¿Es solamente un mito? ¿Un invento de la imaginación humana? ¿Y por qué a nadie deja indiferente? En esta disertación se examina la cuestión intelectual más fascinante de todas, pero también la más delicada y decisiva. Porque no caben más que dos alternativas: o existe Dios, o no existe.