Los dos grandes momentos del año litúrgico para los cristianos son los tiempos de Semana Santa y Navidad, preparados por los períodos de Cuaresma y Adviento, respectivamente. Para mí ambos momentos son muy especiales, y aunque todavía estoy aprendiendo a sumergirme en el misterio que representan, cada vez los vivo con más gozo, alegría e intensidad.