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martes, 13 de octubre de 2020

La Historia de España contada con sencillez de José María Pemán

La Historia, que como dijeran los antiguos es maestra de la vida, enseña preciosas lecciones y contribuye con su ilustración a evitar desastres futuros. Desgraciadamente, estas y otras lecciones a menudo suelen caer en saco roto. Por desidia de los interesados y por malicia de los gobernantes, que precisamente en estos tiempos peligrosos y de envilecimiento extendido, procuran ciudadanos sumisos y enfrentados entre sí. 

En concreto, el pueblo español es hoy un ejemplo significativo. No se recuerda un tiempo reciente o remoto de la historia de España en el que los españoles hayan sido tan incultos en cualquiera de las ramas del saber, tan ingratos con los bienes que han recibido de su patria y de sus antepasados, y tan gallinas y desmemoriados. 

Pero todo tiene arreglo en esta vida menos la muerte. Para revertir esta situación tan lamentable es necesario de entrada que los españoles sean instruidos por los verdaderos maestros. De lo contrario, serán como una presa indefensa, y apoyarán causas inútiles, contraproducentes y aun perversas, perjudicándose a sí mismos y a los demás. Pues bien, para iniciar con el pie derecho la tarea de conocer su propia historia, me atrevo a recomendar a los españoles el primer libro por el que deberían profesar una extraordinaria preferencia: La Historia de España contada con sencillez.

El autor de esta joya de la divulgación histórica, suprimida del canon impuesto por los cabecillas del lánguido régimen democrático vigente y sus demagógicos y oportunistas correligionarios, es José María Pemán (1897-1981). Éste fue un andaluz colosal, formidable humanista, brillante orador, articulista, poeta, escritor, etc. Historiadores tan prestigiosos como el académico Luis Suárez Fernández, que han merecido el honor de prologar esta obra de Pemán, han reconocido su alto respeto por la figura del escritor gaditano.

Por otro lado, a pesar de sus celosos detractores, ridículos pigmeos al lado de Pemán, La Historia de España contada con sencillez, inteligible, clara y fácil de comprender, pero narrada al mismo tiempo con entusiasmo y tonos dramáticos, respeta fielmente la verdad histórica (aunque se le podrían añadir algunas puntualizaciones). Cuestión tan relevante sin duda como su perspicaz dictamen sobre la historia de España, acerca de la cual Pemán emite su epítome más esencial y laudable.

En síntesis, la historia o vida de España ha sido para José María Pemán como un drama dividido en tres actos:

«En el primero, España se hizo a sí misma, y consiguió formar una patria, venciendo para esto sus divisiones interiores y las invasiones de fuera. Este acto dura hasta los Reyes Católicos.

En el segundo, esta unidad, ya fuerte y segura de sí misma, se extiende por el mundo y se convierte en grandeza. España descubre América, domina en gran parte de Europa y logra un gran imperio. Es la época de los siglos XVI y XVII, que llamamos «Siglo de Oro».

En el tercero, España tiene que defender esa unidad y grandeza que ha conseguido contra todos los enemigos que la atacan: contra todos los que contradicen su sustancia espiritual. Es la época de los siglos XVIII, XIX y XX. España tiene que acabar de luchar contra la revolución religiosa, con la que ya luchó en la época anterior; luego contra la revolución roja, que es primero política y al fin social.

Estos son los tres actos del drama de España. En el primero, logra su unidad; en el segundo, afirma su grandeza; en el tercero, defiende su libertad».

Finalmente, no cabe duda de que este maestro singular buscó con esta obra irrepetible pensada en origen para servir como texto oficial a las escuelas públicas, que sus lectores se contagiaran de la viveza y el dramatismo de los hechos y tomaran definitivamente partido por España. 

Y, naturalmente, es imposible amar lo que no se conoce, e imposible defender lo que no se ama.

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