Marc-Antoine Mathieu es el responsable de esta novela gráfica que presentamos a continuación. El comic en cuestión se llama Dios en persona, y cuenta una historia en la que un hombre sencillo se presenta ante la cola de un censo como el mismísimo Dios. Podemos imaginar las repercusiones que tendría un acontecimiento así en nuestros días, sobre todo cuando a partir de una serie de exámenes psicológicos se demuestra que el misterioso individuo tiene un cerebro prodigioso. El universo mediático se vuelca en el increíble fenómeno de actualidad, revelándonos el mundo de los medios de comunicación, desprendidos, las más de las veces, de cualquier comportamiento ético.
Sin embargo, este no es el único tema —el de los medios— que se plantea en Dios en persona, también se discute el eterno y nunca pasado problema de la existencia de Dios. Pero la realidad es que esta inquietante cuestión no puede resolverse definitivamente de forma racional, pues como el mismo Dios dice en el relato —escrito en su libro «Pensamientos de Dios»—: «Demostradme y dejaré de existir»[1].
Volviendo al relato, una vez que se comprueba que el hombrecillo es un ser especial, se realiza un proceso judicial contra él en el que es acusado como «Culpable Universal», responsabilizando a Dios de todos los males de la Humanidad. Pero lo que se pone de manifiesto, sin que extrañe a nadie, es que las personas relacionadas directamente con Dios en el juicio durante los días que éste se desarrolla, no son las más inteligentes de su especie. Es más, cuando el propio Dios, con un humor sorprendente, se permite hacer de abogado del Diablo, argumenta contra sí mismo de forma más inteligente que cualquiera de los hombres que le preguntan.
La verdad es que Dios en persona funciona, en mi opinión, más como crítica a los medios —y sobre todo a la sociedad influenciada por aquellos— que como debate metafísico. Aunque bien es verdad que el relato emplea algunas citas de manera dispersa por el texto de pensadores que trataron la materia. Así, por ejemplo, se menciona a Sartre y su frase «Dios es la soledad de los hombres». Pero el creyente percibe, con razón o no, que es justo al contrario: dar la espalda a Dios es la causa principal de nuestra soledad.
Finalmente, y aunque el comic es muy sabroso, cerramos con una observación un tanto pesimista. En realidad, mientras Dios está en la Tierra nadie hace las preguntas más importantes: ¿Por qué ha venido? ¿Qué quiere de nosotros? ¿Cómo llevarlo a cabo? Pero lo verdaderamente desalentador es ver al final del libro como se difunde a través de los medios que todo ha sido un montaje, mientras la gente se traga todo lo que le cuentan —aunque hayan visto lo contrario—. Y qué más da, concluyen, al menos la historia no ha sido aburrida.
FICHA
Título: Dios en persona
Autor: Marc-Antoine Mathieu
Editorial: Ediciones Sinsentido
Otros: Madrid, 2010, 128 páginas
Precio: 18 €
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