El Greco en Albacete: Conferencias y Exposición en el Museo Provincial de Albacete

No todo son sombras en esta España triste y grotesca. Con motivo del IV centenario del fallecimiento del Greco las instituciones han logrado —al César lo que es del César— dar vida a la exposición artística más importante que se ha llevado a cabo en el Reino de España en toda su historia. La ocasión bien lo merecía. El pintor es una figura de talla mundial. Yo, después de meses estudiando su obra, he llegado a amar sus pinturas con un celo casi religioso. También Toledo tiene parte de culpa. El Museo de Santa Cruz, un escenario espectacular e idílico, acoge la colección de obras del Greco más impresionante que pueda verse en ninguna parte del mundo; y quizá nunca más vuelva a repetirse. 

Con todo, la efeméride ha sido tratada con dignidad también en otras partes de España. Por ejemplo en Albacete. El Museo Provincial de Albacete, del que sólo puedo hablar maravillas, pues trabajé en él y conozco al personal integrante, está desarrollando un ciclo de conferencias magnífico sobre la obra del Greco. Por si fuera poco lo anterior, el sábado pasado, Día Internacional de los Museos, también se inauguró una interesantísima exposición sobre un pintor alemán, August Bresgen, reconocido principalmente por sus copias del Greco, gran parte de las cuales pueden verse hoy en Albacete. La labor de este Museo, desgraciadamente limitada a un público fiel pero pequeño, merece sin embargo mis felicitaciones. Y por encima del resto merecen una mención especial su directora, Rubí Sanz Gamo, cabeza de la institución, y gracias a la cual Albacete cuenta con conferenciantes tan brillantes y competentes en el mundo grequiano como Leticia Ruiz Gómez (Museo del Prado), Palma Martínez Burgos (Profesora de la Facultad de Humanidades de Toledo) o Rafael Alonso (Museo del Prado); y, en segundo lugar, Pascual Clemente, amigo personal y técnico del Museo de Albacete, del que sólo puedo, por su ejemplo, sentirme orgulloso. 

Es el año Greco, ya lo sabemos, por eso alabo que las instituciones se hayan esforzado en ofrecer, a quienes estamos interesados en el mundo de las humanidades, un trabajo tan bien hecho. Sobre todo teniendo en cuenta la altura de la figura que conmemoramos.