Hace unos días me
preguntaba yo qué libro podría leer con provecho un joven como tú en el tiempo
de Navidad, cuando el colegio detiene su ritmo habitual y da paso a unos días
de descanso en los que se tienen más horas para poder disfrutar con
tranquilidad por ejemplo de un bonito cuento. Y se me ocurrió que El Principito sería una lectura ideal.
Échale un ojo y verás. Pero no te lleves a engaño, amigo mío; si bien El Principito parece un libro pensado
para niños pequeños por la forma en la que está escrito, te llevará toda la
vida poder entender las cosas que se pregunta el protagonista de este precioso
libro, un niño fascinante que ha emocionado a todos aquellos mayores que lo han
conocido. ¿Te gustaría conocer la aventura de este pequeño jovencito? Pues,
como siempre hacemos, corre a un lugar tranquilo, y sigue leyendo.
El protagonista de
este maravilloso cuento fue, en la imaginación de un misterioso escritor
llamado Antoine de Saint-Exupéry, un piloto de avión que, sin saber muy bien
cómo, se encontró de repente, mientras sobrevolaba la tierra con su aeronave,
en el remoto desierto del Sáhara, pues su avión había sufrido una avería que lo
obligó a aterrizar en ese sitio. Perdido en la inmensidad del desierto y sin
apenas comida ni agua, el piloto se entristeció mucho. Sin embargo, después de
caminar en solitario un buen trecho, tratando de encontrar alguna aldea en la
que pudieran ayudarlo, el muchacho se encontró con un fantástico príncipe
proveniente de otro planeta. Para colmo, el príncipe era un niño. Entonces
entablaron una conversación y el misterioso principito le fue contando a
nuestro protagonista, al que llamaremos aviador, cómo había llegado hasta allí,
pues él en esos momentos también se hallaba perdido.
Así que el pequeño
príncipe comenzó a hablar con el aviador y le contó que había llegado a la
Tierra montado en su planeta, ¡apenas más grande que una casa! Por lo visto su
planeta contaba con tres pequeños volcanes y una variedad de plantas que le
daban algunos problemas. Además de una maravillosa rosa de la que cuidaba con
mucho cariño. Pero algo debió de ocurrir entre la rosa y el Principito para que
el Principito pensara que ésta sólo le quería de forma egoísta, pues nada más
que estaba pendiente de sí misma, ya que era muy hermosa, aunque también
bastante atolondrada. De esta manera el pequeño príncipe decidió que quería
conocer el resto del universo, y no sólo su pequeño planeta. Por eso había dado
con sus huesos en nuestra querida Tierra, a la que en esos momentos estaba
conociendo.
Pero hasta llegar a
la Tierra el Principito conoció otros muchos lugares. Estuvo por ejemplo en
seis planetas antes de llegar al nuestro. En cada uno de ellos, según cuenta el
pequeño príncipe, vivía una única persona. Y así fue conociendo a un hombre
adulto muy cabezota, a un rey que se creía la persona más importante de la
tierra y no tenía a nadie que lo alabara, un borracho, un hombre de negocios,
un farolero y un anciano geógrafo. ¡Fíjate qué variedad de personajes y qué
extraños todos ellos! Por fin, llegó a la Tierra, animado por unas palabras del
anciano geógrafo. Pero cuando llegó aquí pensó que estaba deshabitada, ya que
aterrizó, como el aviador, en el desierto del Sáhara. Y al no ver a nadie se
extrañó mucho.
Pronto sin embargo
el Principito se entrevistó con una serpiente con poderes, y más tarde con un
zorro muy inteligente, del que se hizo muy amigo. Pero al Principito le parecía
nuestro mundo muy complicado; no entendía casi nada, aunque no paraba de
preguntar por todo aquello que le extrañaba.
Al final, al
Principito le ocurrió algo que todavía es un misterio para muchos mayores que
hemos leído su bonito libro. Yo tengo una idea de qué es lo que le ocurrió al
pequeño príncipe en la conclusión de este librito; pero te confieso que no creo
haber hallado el tesoro que encierra su misterio. Al menos espero que algún día
también tú, joven amigo, encuentres sentido a lo que hizo nuestro encantador
principito. Por eso me gustaría mucho que en el futuro me contaras qué
significa para ti este cuento. Ahora te pido sólo una cosa: que leas, por
favor, El Principito. ¡Hasta el año
que viene, amigo!
Diciembre de 2014
HISTORIAS Y MITOS PARA NIÑOS Y MAYORES |
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