El mensaje cristiano de El Bosco y El Jardín de las Delicias

A veces se me olvida que muchos lectores de La cueva de los libros no usan Facebook y que por tanto no pueden estar al tanto de algunas novedades relacionadas con mis actividades. Recientemente di una conferencia sobre El Bosco y su obra más famosa, El Jardín de las Delicias. La razón es conocida: Se cumplen 500 años del fallecimiento del genial pintor holandés. Con motivo de esta importante efeméride cultural el Museo del Prado inaugurará una exposición que se supone magnífica, el 31 de mayo. Yo creía que tenía algo que decir al respecto de la obra de El Bosco, y el resultado fue esta exposición que ahora comento. 

Es posible que la conferencia se repita a finales de año, con un aforo mayor, con capacidad para varios cientos de personas. También es posible que lleve al papel lo expuesto en la conferencia, dando lugar a un librito de tesis sobre la obra de El Bosco.

Pues no en vano parto de una tesis concreta después de haber contemplado seriamente la obra de este gran artista. Considero, así pues, que El Bosco fue un cristiano totalmente ortodoxo, y que no sólo El Jardín de las Delicias, sino toda su obra, reflejan las creencias religiosas de un autor preocupado por el pecado y sus fatales consecuencias, pero también satírico con la sociedad de su tiempo, enfangada, vulgar, corrompida, deslumbrada —no nos engañemos, como la sociedad de cualquier otra época histórica— por «la gloria vana» de la que hablaba el padre Sigüenza al comentar El Jardín de las Delicias en el mágico Monasterio de El Escorial.

El Bosco, por tanto, fue un pintor genial y provocador. El misterio que envuelve sus pinturas sin duda es grande, pero como expuse al concluir la conferencia, el mensaje de El Bosco trasluce su religiosidad. Por eso en mi opinión si El Bosco no fue un católico tradicional, lo disimuló muy mal.

Tengo la esperanza de que de aquí a no muchos meses esa obrita sobre El Bosco sea una realidad.