Junto a la lectura de los evangelios, fuente primera y extraordinaria del paso de Jesús por el mundo, de su mensaje y sus obras, de su fin y su término, conviene acudir también a este tipo de obras para adquirir mejor conciencia de la información contenida en ellos. Sin más preámbulos, paso a presentar brevemente los 5 libros.
Jesús el maestro de Nazaret de Alexandr Men
En fin, un libro popular de inmejorable calidad contado como una novela clásica de aventuras. Un libro precioso, por tanto, para iniciarse en el misterio de este incomparable carpintero.
Vida de Jesús de François Mauriac
Cuando «Jesús se evade del grupo de los discípulos, sube hacia el cielo y se disuelve en la luz, no se trata de una partida definitiva. Ya se ha emboscado en el recodo del camino que va de Jerusalén a Damasco, y acecha a Saulo, su perseguidor bienamado. A partir de entonces, en el destino de todo ser humano existirá ese mismo Dios en acecho». Merece la pena comprobarlo.
Jesús. Una biografía de Armand Puig
En este libro el lector encontrará sobre todo un material formidable sobre los cimientos de la fe cristiana. Es un libro de referencia. El segundo capítulo (dedicado al estudio de las fuentes sobre el Jesús histórico) es excelente; como el tercero (centrado en el contexto). El quinto y el sexto se ocupan del mensaje de Jesús y de su muerte y resurrección; concretamente el epígrafe dedicado a la resurrección es una lección magistral del autor.
En fin, Jesús. Una biografía es un trabajo que supera con holgura las 600 páginas, que se comprende sorprendentemente bien, pero que por su carácter científico exige del lector mayor atención o compromiso. Sea como fuere, al cerrar el libro se tiene constancia automática de que el cristianismo es un fenómeno razonado y razonable apoyado en testimonios dignos de crédito. Está todo dicho.
Jesús de Nazaret de Joseph Ratzinger - Benedicto XVI
Algunos han encontrado herejías. Yo me he enriquecido leyéndolo. El lector ha de ser responsable siempre de lo que está leyendo. Para eso posee el hombre el discernimiento.
Benedicto XVI ha sido una de las cabezas más privilegiadas de la Iglesia de las últimas décadas. Y en esta obra escribe con gran claridad. La grandeza que reconozco en su biografía de Jesús, por encima de todo, es la sobreabundancia de citas de la Sagrada Escritura, el uso admirable que hace de la misma para esclarecer los asuntos que toca de la vida de Jesús. De esta manera es capaz de alumbrar cientos de detalles, dotándolos de sentido, y penetrando así en el misterio de Jesús, que cuanto más se le conoce más admiración despierta.
Historia de Cristo de Giovanni Papini
Giovanni Papini fue un prodigio. En su Historia de Cristo pone al servicio del Evangelio su pasión y talento infinitos. El florentino se propuso con esta obra dos cosas: elevar al lector y la renovación de las almas. Pero su escrito no estaba dirigido a quienes ya formaban parte de la Iglesia, sino a los que aún permanecían fuera, como él lo estuvo tanto tiempo.
Este relato es fuego, belleza, potencia, poesía y amor. Escrito con el ardor del converso, hecho ya de por vida súbdito y soldado de Cristo Rey, con el ímpetu de una fe incandescente que reconoce sin dudarlo que la Verdad que anuncia y representa Cristo no es una evidencia que se impone, sino una certeza que se recibe. Una experiencia leerlo.
Otra obra extraordinaria más: Vida de Jesucristo de Louis Claude Fillion
Quizá la biografía más completa, y la más clásica en su género, sea la Vida de Jesucristo del sacerdote francés Louis Claude Fillion. Esta obra, colosal y total, publicada en 1922, e ideal para el gran público, posee un valor permanente, pues a una piedad exquisita suma una ciencia incomparable.
La editorial española Rialp publicó en 2020 la decimocuarta edición de esta excelente obra, en un único tomo de 1096 páginas. La obra en cuestión se divide en cuatro partes.
1) La primera es una introducción compuesta de dos capítulos centrados en el país y el pueblo de Jesús; es decir, en dicha introducción se presenta el marco en el que se desenvolvió el protagonista, y se describen por tanto los aspectos físicos y políticos de la Palestina contemporánea, sus condiciones climatológicas, sus productos, sus cuatro provincias y poblaciones principales, así como el estado político y religioso del judaísmo y las condiciones sociales de Palestina en la época de Jesucristo.
2) La parte segunda aborda en siete capítulos la infancia de Jesús y su vida oculta, con observaciones teológicas sobre su alma y su aspecto realmente interesantes.
3) La parte tercera es la más extensa de todas. Constituida por diecinueve capítulos, se ocupa de describir y explicar la vida pública de Jesús, y por consiguiente su predicación y ministerio, sus principales acciones y las de sus enemigos.
4) En la última parte, la cuarta, Fillion hace una exposición exquisita de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
Obviamente la presente recensión, sucinta e insuficiente, solo tiene una meta: promover la lectura de este magnífico libro, lo que en el fondo implica una ambición mayor: conocer a fondo al personaje de mayor relevancia de la historia; un personaje, por cierto, vivo y actual, y en modo alguno trasnochado y muerto.
Acaba de hacer una obra de caridad, amigo Luis.
ResponderEliminarEste post debería estar en la entrada de todas las iglesias de España.
Digo esto, porque me repatea el enterarme, que personas inquietas que piden a sus párrocos bibliografía para mejor conocer a Nuestro Señor, se les despacha con el bodrio cripto-herético de J.A.Pagola "Jesús, una aproximación histórica"
A Alexandr Men, no lo conocía y me lo apunto; a los demás sí. Y en cuanto a mi querido Papini, yo que también soy humilde poeta y loco notorio, me encantaría verle cruzándose en la calle con los Pagola, González-Faus, el jesuita proabortista Juan Masiá, y toda la caterva de "teólogos modernos" que han envenenado a los sencillos fieles con su prostitución de la doctrina católica.Seguramente, el que era un hombre -todavía quedaban hombres en ese tiempo- la emprendería a bofetones con todos ellos.
Yo le ayudaría.
Haddock.
Gracias, Haddock, por su tiempo y por sus generosas palabras.
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