En los estertores del siglo XVI William Shakespeare estrenó la que sería su obra más conocida, Romeo y Julieta. En lo sucesivo, esta magnífica tragedia gozaría de un éxito rotundo. En nuestros días el prestigio se mantiene, pero a costa de un desconocimiento profundo de la obra y de un cierto prejuicio hacia lo romántico, que tiende a ser infravalorado. Justo cuando el mundo se ha precipitado sin remedio en la era del mestizaje, cuando confunde, quizá deliberadamente, deseo con amor, y cuando no quiere oír de valores perdurables o de personas a las cuales seguir hasta la muerte. En fin, aunque la historia de estos dos amantes, como dice el príncipe de Verona, es ciertamente triste, creo poder decir algunas palabras amables.
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miércoles, 27 de enero de 2016
domingo, 17 de enero de 2016
La felicidad conyugal de León Tolstoi
León Tolstói (1828-1910) es sin duda el nombre más destacado de las letras rusas. Sus grandes obras, al menos en cuanto a reconocimiento y número de páginas se refiere, Guerra y paz (1869) y Anna Karenina (1877) fueron precedidas por algunas obras de hermosa factura, entre las cuales se encuentra esta bellísima historia entre Serguéi y Masha titulada La felicidad conyugal.
viernes, 15 de enero de 2016
Esbozo de crítica a la Democracia: Algunos argumentos contra el sistema democrático
domingo, 10 de enero de 2016
Dagon de H. P. Lovecraft y otros cuentos de terror
Howard Phillips Lovecraft (1890-1937) fue tan ave nocturna como su admirado maestro, Edgar Allan Poe. Inferior a su mentor, sin embargo, apostó como él por los terrores del alma y las fobias del espíritu. El romanticismo había sido superado, y con él sus temas predilectos (castillos encantados, vampiros, fantasmas, pactos diabólicos, brujería, leyendas y magia...); Poe y Lovecraft se inclinaron por lo grotesco y feo, por lo que hay de perverso en el alma humana, por la enfermedad y la decadencia; y al hacerlo, como es lógico, hicieron emerger al mundo pesadillas de todo tipo, monstruos de la peor especie, y el mundo se vio desde entonces invadido, poseído y reflejado en ellos. La cultura de la muerte le debe mucho a estos relatos.
domingo, 3 de enero de 2016
Otelo de William Shakespeare
viernes, 1 de enero de 2016
Irène de Pierre Lemaitre
Desde luego el género negro, que tanto auge está cobrando en los últimos decenios, no supone nunca una lectura provechosa, al menos en términos espirituales. Aunque hasta del mal sabe salir el hombre fortalecido. Pero es cierto que normalmente las novelas de esta clase perturban y sobrecogen. Acaban dejando sabores amargos, provocando sensación de impotencia, suscitando irritación, causando asombro, extrañeza, aturdimiento. Eso las novelas que son buenas. Las malas las más de las veces son directamente inmundas, detestables. Irène en cambio es una joya del género. A pesar de su dureza, a pesar de los pesares y de que el mal acaba superándose en el último momento. Pues bien, un poco por todo esto, me pregunto por qué me interesan esta clase de historias espeluznantes.