Hace aproximadamente cuatro siglos, dos frailes franciscanos caminaban por los caminos polvorientos del Reino de Murcia.
Era el tiempo de la Cuaresma, y su misión consistía en viajar por las poblaciones rurales para insistir en la necesidad de conversión profunda de cara a la semana grande del año, en la que los cristianos eran llamados a vivir con especial intensidad los misterios de la Pasión de su Señor Jesucristo.
Pero los frailes no viajaban solos: en la carreta tirada por las mulas, les acompañaba un misterioso crucifijo.
Una vez cumplidos sus deberes pastorales, los frailes se dispusieron a regresar a su idílico cenobio. Sin embargo, no hubo manera de mover al Crucificado de aquel sitio.
Y allí permanece desde entonces.
Este libro contiene la historia de ese crucifijo misterioso. La fascinante historia de una de las esculturas de bulto redondo más bellas, milagrosas y desconocidas de España entera.