lunes, 2 de enero de 2012

El asombroso viaje de Pomponio Flato de Eduardo Mendoza

Eduardo Mendoza es uno de los mejores escritores españoles. Sus historias detectivescas además de ser muy entretenidas están especialmente bien escritas. Algunos de sus mejores trabajos son El misterio de la cripta embrujada (1979), El laberinto de las aceitunas (1982) y La ciudad de los prodigios (1986); aunque la obra que lo consagró como escritor fue La verdad sobre el caso Savolta (1975), que leí —año arriba o abajo— hace una década, y de la que guardo un grato recuerdo. Recibió, además, el Premio Planeta 2010 por la obra Riña de gatos. Ahora, sin embargo, nos ocupa su obra más inesperada: El asombroso viaje de Pomponio Flato. Un relato de aventuras con trama «policial», ambientado en la Palestina del siglo I d. C. dominada por el Imperio Romano, deliciosamente escrito, ameno, y quizá excesivamente satírico.

     El protagonista de El asombroso viaje de Pomponio Flato es un ciudadano romano de familia patricia que da nombre al título de la novelita. Éste cuenta a un tal Fabio lo que le ocurrió en uno de sus viajes, licenciado ya del servicio militar, cuando perseguía unas aguas con efectos mágicos que proporcionaban la sabiduría a quienes las bebían. Indefenso ante los caprichos de la veleidosa Fortuna, o bien por azar, sus pies llegan al pueblo de Nazaret. Allí, sin saber cómo, se ve inmerso en un crimen, siendo contratado para resolverlo. Lo sorprendente del caso es quién es el cliente que solicita los servicios de Pomponio Flato: el hijo del carpintero acusado, un niño misterioso y singular, convencido de la inocencia de su padre, llamado Jesús. El carpintero, obstinado y pacífico, oculta un gran secreto, asumiendo con su silencio la pena impuesta: la crucifixión.

     A regañadientes, Pomponio tiene que ingeniárselas para aplazar la ejecución de José, el carpintero acusado de matar al rico Epulón. Nuevamente, el destino acude a socorrerlo, ya por aparentes casualidades, ya por su amistad con el tribuno Apio Pulcro. Lo cierto es que terminan —Jesús y él— resolviendo el enigma. Al final, Epulón no era quien decía ser, sino un bandido que sembraba el terror por la región, conocido como Teo Balas, que se cruzó en el camino de José y su familia cuando viajaban a Egipto. El falso rico finge su propia muerte y se marcha. Después enviará una carta exculpando a José del crimen, pero asegura que seguirá con su oficio de salteador, esta vez con nuevo nombre: Barrabás.

     Eduardo Mendoza ambienta El asombroso viaje de Pomponio Flato con descripciones exactas de la época en cuanto a costumbres, ceremonias religiosas, incluso en pensamientos filosóficos imperantes. En Pomponio, sin ir más lejos, y también es interesante atender a las ambiciones del tribuno Apio Pulcro, podemos ver el pragmatismo romano, y su rechazo por lo judío, a través de su pertenencia a una categoría social superior a la de cualquier pueblo que bañara las costas mediterráneas, y gran parte de las tierras del interior de ese mar medularmente romano, como era ser ciudadano romano.

     Por otro lado, y cerrando ya el comentario, en las notas finales se aprecia que Eduardo Mendoza no domina algunas cuestiones religiosas, que según él son ilógicas, como la descendencia de Jesús de la estirpe de David cuando el antepasado era José, y entre éste y Jesús no existía vínculo carnal alguno; o cuando emplea frases del Nuevo Testamento en boca de sus personajes cuando éstos sólo podían conocer los textos del Antiguo Testamento. En cualquier caso, da gusto ver cómo el autor incluye en la narración cientos de referencias clásicas, leyendas de la antigüedad y mitos siempre sugestivos. No obstante, aquí no es el momento de aclarar estas cuestiones, y sí el de centrarnos en la ficción.

     Así pues, El asombroso viaje de Pomponio Flato es una entretenida ficción, enmarcada en un escenario histórico, que nos hace volar por el mundo antiguo, en un periodo fascinante como es el del siglo I d. C. Eduardo Mendoza, finalmente, a pesar de que a mi juicio satiriza una figura que debería ser tratada con absoluto respeto, escribe una novela divertida, muy bien escrita, y de la que se puede aprender algo de historia.



FICHA

Título: El asombroso viaje de Pomponio Flato
Autor: Edurado Mendoza
Editorial: Seix Barral
Otros: Barcelona, 2008, 194 páginas
Precios: 16,5 €

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