miércoles, 29 de agosto de 2018

Matanzas en el Madrid republicano de Félix Schlayer

Leí este libro hace bastantes años, pero he sentido la necesidad de volver él, zaherido por la situación prerrevolucionaria que vive mi país, bajo la dudosa autoridad de un Gobierno apócrifo y usurpador y un Presidente nefando y execrable, que además de indecente es psicópata. Y como el error que no es combatido termina siendo aceptado, me veo en la obligación de recomendar este extraordinario testimonio —que tiene por título Matanzas en el Madrid republicano— a toda persona de bien que desee conocer la ascendencia ideológica de los inmundos roedores que hoy controlan España.

domingo, 26 de agosto de 2018

El nombre de la rosa de Umberto Eco

En el imaginario colectivo actual ha cuajado la creencia de que El nombre de la rosa es una especie de obra maestra que ocupa un puesto privilegiado dentro del canon de los clásicos más recientes. La novela, aparecida en 1980, fue inmediatamente un éxito internacional. Y nadie discute lo que es un hecho. Lo que no considero tan indiscutible es la calidad literaria de la obra, pues para mí los admiradores de El nombre de la rosa han concedido a este libro una categoría que no merece. 

domingo, 19 de agosto de 2018

El último Papa de Malachi Martin

Dice el Catecismo promulgado por Juan Pablo II en 1992 que la Iglesia Católica habrá de afrontar una última prueba terrible. Y no es éste precisamente un catecismo que inspire sospecha. De acuerdo al número 675 del mismo, y según la tradición católica, «antes del advenimiento de Cristo, la Iglesia deberá pasar por una prueba final que sacudirá la fe de numerosos creyentes. La persecución que acompaña a su peregrinación sobre la tierra desvelará el "misterio de iniquidad" bajo la forma de una impostura religiosa que proporcionará a los hombres una solución aparente a sus problemas mediante el precio de la apostasía de la verdad». Repárese, pues, en la advertencia de la que es consciente la Iglesia: sobrevendrá una impostura religiosa, es decir, una falsa iglesia engañará a los fieles con apariencia de verdad.

miércoles, 15 de agosto de 2018

El caso de Cristo de Lee Strobel

Recoge San Lucas en el tercer evangelio el himno de júbilo de Jesús por el cual éste manifiesta su alegría al ver cómo los humildes de corazón entienden y aceptan la palabra de Dios: «Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes y las has revelado a los pequeños» (Lc 10, 21). Es decir, es imposible que todos los hombres acepten que Jesús de Nazaret es realmente el Hijo de Dios. ¿Por qué? Pues porque algunos, en su soberbia actitud, creen que no lo necesitan, ajenos a sus limitaciones y debilidades, estando los altos misterios del cristianismo, en consecuencia, ocultos para ellos. Sin embargo, únicamente podrían tenerse por hombres honestos aquellos hombres que rechazaran a Cristo después de haber examinado su vida y su obra. Y eso fue precisamente lo que hizo Lee Strobel, ateo confeso, que a raíz de la conversión de su mujer inició a regañadientes una investigación apasionante para tratar de desacreditar las creencias del cristianismo. Por supuesto, fracasó. De hecho, lo que halló fue una suma de evidencias que lo llevaron también a él a abrazar el cristianismo.

viernes, 10 de agosto de 2018

Apología de Sócrates de Platón

De Sócrates sabemos lo que nos contaron de él Aristófanes, Jenofonte y Platón. Este último, sin duda su principal discípulo, fue quien puso en órbita a Sócrates, dándole una dimensión histórica fundamental. En la Apología de Sócrates se conserva un retrato fiel del gran maestro, que nunca ejerció como tal profesionalmente, y que sin embargo fue el que más hizo por la educación de los atenienses. En esta obra esencial se encumbra su figura y se nos relata cómo transcurrió el juicio en el que fue condenado a muerte.

domingo, 5 de agosto de 2018

La pena de muerte de David Núñez

Nadie en su sano juicio abraza ya en los tiempos convulsos que corren el catolicismo vaticano, aunque la verdad siga de parte de la Iglesia Católica y Jesucristo no haya dejado de ser el único Dios verdadero. La razón es bien simple: el ser fatuo que figura como sumo pontífice romano, que con la frescura que sólo puede poseer un hereje acaba de cambiar la doctrina católica tradicional sobre la pena de muerte.