martes, 29 de diciembre de 2020

En los brazos de Ester


Poco antes de las diez de la noche, asistí acompañado a la última misa de gozo celebrada en este irracional año 2020. Acudía con un nacimiento en mis manos, pues en la celebración se habrían de bendecir los niños Jesús que trajeran los feligreses. Este nacimiento, un lindo portal de Belén con las figuras indispensables (José, María y el Niño), ya había sido bendecido en anteriores ocasiones, pero no me resistía a llevarlo de nuevo conmigo al templo, como si creyese que las bendiciones pudiesen acumularse en los objetos y hacerlos más sagrados, y para poder ir dándole besos por el camino.

domingo, 27 de diciembre de 2020

Las aventuras de Sherlock Holmes: El carbunclo azul de Arthur Conan Doyle

«Dos días después de la Navidad, pasé a visitar a mi amigo Sherlock Holmes con la intención de transmitirle las felicitaciones propias de la época». De esta guisa comienza El carbunco azul, relato de espíritu navideño de Arthur Conan Doyle, en el cual su protagonista, el insólito detective llamado Sherlock Holmes, desvela un rostro clemente y especialmente humano, alejado de la frialdad y altivez que son habituales en él.

De entrada, a Watson le sorprende que su amigo no ande detrás de alguna historia terrible que le guíe «a la solución de algún misterio y al castigo de algún delito». Por el contrario, el objeto de su atención es un incidente caprichoso, un caso «absolutamente trivial» que pone en relación un sombrerucho desastrado y un ganso de Navidad.

viernes, 25 de diciembre de 2020

La infancia de Jesús de Benedicto XVI

La última obra de cierta envergadura de Benedicto XVI es su trilogía sobre Jesús de Nazaret, cuyo primer volumen apareció en 2007. El tercer y último volumen, publicado en 2012, es sin embargo la antesala de los dos anteriores, dedicados a la figura y el mensaje de Jesús de Nazaret. Este tercer volumen, La infancia de Jesús, es el más reducido en extensión de los tres, y en él se ocupa el gran teólogo de responder al origen de Jesús y al misterio de su identidad.

El autor alemán desarrolla su tesis en cuatro capítulos, complementados por un epílogo. En el primero, se interroga acerca de la procedencia de Cristo, examinando sobre todo las genealogías que de Jesús transmiten los evangelistas Mateo y Lucas. En el segundo se detiene en los anuncios del nacimiento de Juan el Bautista y del nacimiento de Jesús. En tercer lugar, analiza el nacimiento de Jesús en Belén. En el cuarto capítulo repara en los Magos de Oriente y en la huida a Egipto de la Sagrada Familia, y en el epílogo, medita sobre el significado de Jesús en el templo a los doce años.

sábado, 19 de diciembre de 2020

Cuento de Navidad para Le Barroux de Natalia Sanmartín Fenollera

Huelga decir que en las últimas décadas las tradiciones navideñas se han ido deshaciendo como un azucarillo en una taza de té caliente. Los antiguos villancicos, los dulces caseros, el árbol y el belén montados en familia, la asistencia a las misas de gozo y a la Misa del Gallo, y en definitiva el espíritu cristiano, todo, absolutamente todo lo bello, bueno y verdadero, está desapareciendo. 

Tampoco existe literatura católica de cierta entidad sobre la solemnidad en la que se conmemora el mayor acontecimiento de la historia universal: el nacimiento de Cristo, Hijo de Dios y Salvador nuestro. Todo un Dios que se hizo hombre para ser conocido, honrado, amado y servido.

El relato más famoso y elogiado sobre las fiestas navideñas es Cuento de Navidad, de Charles Dickens. Sin embargo, hablando con propiedad y precisión, la conocida narración protagonizada por Ebenezer Scrooge no puede considerarse cristiana, a pesar de la metamorfosis obrada en el alma del mezquino personaje. Es un bonito cuento de fantasmas con una moraleja digna de aprecio. Nada más. 

En cambio, durante el Adviento de 2020 ha llegado a las librerías un cuentecito navideño que merece la pena considerar: Un cuento de Navidad para Le Barroux. Su autora es Natalia Sanmartín Fenollera, cuya ópera prima, El despertar de la señorita Prim, fue un éxito en varios países y nos conmovió por su clarividencia y sensibilidad.

viernes, 18 de diciembre de 2020

Donald Trump felicita la Navidad al pueblo estadounidense con un mensaje épico e impecable


El pasado 3 de diciembre, el cuadragésimo quinto presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, se dirigió a la nación americana desde la Casa Blanca en la ceremonia anual de iluminación del árbol de Navidad. Por su parte, la prensa infame y corrupta ha escondido el mensaje. Un mensaje épico e impecable que cualquier bien nacido espera oír en los labios de todo líder político en estas fechas tan especiales. Sin embargo, nunca se ha oído nada parecido en boca de Francisco. ¿Tendrá acaso la humanidad telarañas en los ojos?

lunes, 14 de diciembre de 2020

Fahrenheit 451 de Ray Bradbury

«Los libros sólo eran un tipo de receptáculo donde almacenábamos una serie de cosas que temíamos olvidar. No hay nada mágico en ellos. La magia sólo está en lo que dicen los libros, en cómo unían los diversos aspectos del Universo hasta formar un conjunto para nosotros».

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En 2020 hemos asistido a una operación de terrorismo a gran escala, trazada por parte de la plutocracia globalista con el propósito de, más pronto que tarde, aherrojar a la humanidad y laminar sus derechos fundamentales, perpetrando así contra una población indefensa y desinformada el mayor engaño de todos los tiempos: la pandemia de Covid-19. Para superar esta histeria colectiva, las mismas élites mundialistas que han provocado, o como mínimo aprovechado, la coyuntura creada por un supuesto virus, prometen un mundo «feliz», análogo o equivalente a los mundos descritos en las pesadillas literarias publicadas en el siglo XX. 

Precisamente, coincide con el infausto 2020 el centenario del nacimiento de Ray Bradbury (1920-2012), escritor estadounidense famoso por su distopía Fahrenheit 451, donde una población alienada y degradada cree ser feliz a pesar de vivir bajo la más absoluta anormalidad, regida por un estado de cosas superficial, surrealista e infrahumano.

El argumento de la popular novela distópica es conocido. Guy Montag, el protagonista de Fahrenheit 451, es un bombero que, junto a sus compañeros de oficio, tiene la tarea de provocar incendios en vez de extinguirlos. Sus mangueras no arrojan agua, sino petróleo. Y el objeto de las llamas son los libros. Según el Gobierno, los libros son peligrosos para una sociedad adormecida e insensibilizada, a la que se entretiene con espectáculos varios y concursos frívolos. En resumidas cuentas, en el mundo descrito por Bradbury pensar está prohibido, aunque algunas personas, consideradas fanáticas por su afición a la lectura y al estudio, mueren calcinadas en sus hogares aferradas a sus libros. 

jueves, 10 de diciembre de 2020

El sello de Eolo de Manuel Alfonseca

La literatura infantil y juvenil nunca ha sido objeto de especial consideración por parte de la prensa, buena o mala, ni de la crítica, mejor o peor. Y, ciertamente, no es fácil encontrar una explicación a esta falta de atención y aprecio. Sin embargo, muchas de las obras circunscritas a este género consiguen deleitar, entretener e ilustrar el entendimiento. Además, no vician a sus lectores con contenidos inconvenientes e insanos ni con lenguajes procaces y artificiosos; por lo que a simple vista resulta complicado dilucidar las razones de la escasa predilección que despiertan las obras de este género literario.

Uno de los grandes escritores españoles de novelas de esta índole es Manuel Alfonseca. También es uno de los grandes desconocidos. El escritor madrileño, nacido en 1946, ha compaginado su carrera profesional como informático e ingeniero de telecomunicaciones en el ámbito docente con su pasión por la literatura, habiendo cultivado tanto el terreno de la divulgación científica, con obras como Bajo un cielo anaranjado, como el de la literatura infantil y juvenil, cuyo libro más acabado y valioso es El sello de Eolo.

martes, 8 de diciembre de 2020

Juana de Arco de Mark Twain

En líneas generales, la figura de Juana de Arco es una gran desconocida. Sobre todo para los historiadores hispánicos, por ser una heroína francesa, y en mayor medida por la imposibilidad de explicar terrenalmente sus palabras y actos. Lo cierto y verdad es que Juana, una joven iletrada nacida en la remota aldea de Domrémy, provocó un giro de ciento ochenta grados en el rumbo de la devastadora Guerra de los Cien Años, haciendo posible, después de muchas décadas, que sus compatriotas echaran de sus tierras a las fuerzas de ocupación anglosajonas.

Casi tan extraordinario y humanamente inexplicable es que el padre de la literatura norteamericana, Mark Twain, que había escrito las Cartas de Satán y se mostraba como un azote anticristiano, novelara de manera magistral la asombrosa aventura de la Doncella de Orleáns, que no sólo encarnaba el amor a la patria, sino también el amor a Dios, y por tanto el abandono más absoluto a su voluntad insondable y sapientísima. De hecho, para el autor de Tom Sawyer y Huckleberry Finn, su último libro, Juana de Arco, fue la culminación de su obra literaria, su libro más plenamente conseguido.