domingo, 5 de abril de 2020

Nuestra Señora de Fátima de William Thomas Walsh

En la primavera de 1917 aconteció uno de los hechos más extraordinarios de la Historia. La Virgen María, esto es, la Santísima Madre de Dios, se aparecía en el interior de Portugal a tres pastorcitos adorables de diez, nueve y siete años, para transmitirles un mensaje apremiante y extremadamente grave dirigido a la humanidad. 

En seguida lo acontecido se supo en las cuatro esquinas de la tierra. Los más lúcidos no tardaron en relacionar la aparición de Fátima con la mujer vestida de sol descrita en el Apocalipsis. Y es que una gran señal había aparecido en el cielo, justo cuando el dragón rojo, es decir, el ateísmo antirreligioso encabezado por Lenin, acechaba con devorar el alma del imperio ruso, y tras él la del mundo en su totalidad.

El prestigioso historiador William Thomas Walsh se ocupó de investigar, trasladándose a Portugal y hablando con multitud de testigos, los maravillosos sucesos referidos por aquellos angelitos, publicando treinta años después en Nueva York, Nuestra Señora de Fátima, uno de los libros más hermosos, sanos, emocionantes y necesarios que se han escrito nunca. 

Los tres niños benditos, Lucía, Jacinta y Francisco, sacaban a diario los rebaños familiares en los contornos de Ajustrel. En pleno monte, mientras cuidaban de las ovejas, jugaban y cantaban canciones sobre Cristo y Nuestra Señora, el cielo y los ángeles. Y, por supuesto, rezaban el rosario. Lo cual era totalmente natural para ellos.

Como observa Thomas Walsh, "el cristianismo para ellos no era como una vestimenta que se pone los domingos. Era semejante al aire que respiraban, era una parte, la más importante de la realidad". Primero recibieron la visita de un mensajero, un ángel, que precedía y servía de pórtico para la aparición mayúscula. El 13 de mayo de 1917 se les apareció la Virgen en medio del monte, sobre una carrasca chiquita. Y los niños, piadosos antes de aquella experiencia sobrenatural, se transformaron en seres angelicales, verdaderos santos en vida. Los días 13 de cada mes María les siguió visitando, como había prometido. Tenía un importante mensaje que compartir con el mundo. La primera guerra mundial iba a acabar pronto, pero si seguían los hombres ofendiendo a su Hijo, otra guerra aún peor se desencadenaría. Para evitarlo pedía rezar el rosario diariamente, adoptar la devoción a su Inmaculado Corazón, y que el Papa consagrara Rusia al Inmaculado Corazón de María, o Rusia acabaría extendiendo sus errores (ateísmo anticristiano) por el mundo. 

A los niños se les reveló en una visión dantesca el infierno, y se les confió, además, un terrible secreto, que a nadie dijeron, tal y como les había ordenado la Virgen. Hasta que Lucía, casi veinte años después, recibió el mandato divino de ponerlo por escrito. Después, los falsos Papas del Vaticano se esforzaron por encubrirlo.

Las benditas criaturas padecieron toda clase de coacciones y tormentos: fueron secuestrados y amenazados con la muerte. Pero todo se desarrolló tal y como había asegurado la Señora, y el 13 de octubre de 1917, más de setenta mil personas pudieron ver en vivo el milagro del sol; a raíz de semejante prodigio se produjeron numerosos milagros y conversiones sorprendentes. El fenómeno de Fátima, o Nuestra Señora del Rosario, ya fue imparable, y se extendió hasta los confines de la tierra, plana o esférica (a estas alturas nos da lo mismo).

Este libro maravilloso, titulado Nuestra Señora de Fátima, da cuenta de ese extraordinario acontecimiento de la historia reciente. En definitiva, las apariciones de la Virgen en Fátima sirvieron de atrio, esto es, inauguraron los últimos tiempos, que son, con toda seguridad, los que estamos viviendo ahora mismo.

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¡Que paséis una provechosa y ferviente Semana Santa!

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Libro para descargar: Nuestra Señora de Fátima, de William Thomas Walsh.
¿Cómo rezar el Rosario?




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