La hija del capitán, publicada en 1836, es una de las novelas más leídas de la literatura rusa y una de las más apreciadas por generaciones de lectores. Aleksandr Pushkin construyó aquí una historia de formación y de aventuras, escrita con un estilo claro y directo, que no necesita exageraciones para mantener el interés.
La trama se sitúa en la Rusia del siglo XVIII, durante la rebelión de Pugachov, una revuelta popular que puso en jaque al ejército imperial. El joven noble Piótr Griniev es enviado a una guarnición remota para iniciar su carrera militar. Allí conoce a María, la hija del capitán de la fortaleza, y, casi sin esperarlo, se ve arrastrado por los acontecimientos. Hay traiciones, batallas, secuestros, huidas y decisiones difíciles. Pero todo se narra con una sobriedad que es parte de su encanto: Pushkin no busca impresionar, sino contar bien. Su ambición, por tanto, no es el efecto, sino la claridad.