domingo, 8 de marzo de 2020

El coronavirus y la manipulación de masas a gran escala a través del miedo

Seamos serios: vivimos tiempos disparatados, en los que se ha perdido el juicio, el decoro e incluso la piedad. Por supuesto, nada de lo que tratan los medios de comunicación en esta era de la "información" global y el pensamiento inducido acontece por casualidad. Ahora nos angustian con el contratiempo del coronavirus, el cual, de momento, está provocando un nerviosismo desproporcionado y exageradísimo. 

Lo que ocurre en realidad es muy sencillo de explicar. El coronavirus no es ni más ni menos que un experimento de psicología de masas a gran escala que persigue, por medio del miedo, un control social absoluto. Es decir, el coronavirus es terrorismo (dominación por medio del terror), que tiene por objeto implantar, definitivamente, la dictadura global, dando paso al Nuevo Orden Mundial satánico.

Y no pienso decir más. Porque en realidad el virus más peligroso para la humanidad, el verdaderamente destructor de la misma, es la estupidez (torpeza notable en comprender las cosas). ¿O no advirtieron los profetas que por falta de conocimiento moría el pueblo? Por tanto, si a la estupidez que profesamos, que cada día es mayor, unimos la maldad que destilamos, que aumenta sin medida, no tenemos forma de salvarnos. Y lo que es peor: hemos hecho méritos para padecer lo que está ocurriendo en el mundo y lo que está por ocurrir. Esto que nadie lo dude lo más mínimo. 

En cualquier caso, yo pienso vivir, hasta donde me dejen, con total normalidad. Tengo fe, creo en el Dios de los cristianos, y eso no me lo van a quitar. 


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PD: De entrada, la solución pasa por apagar el televisor y abrir la Biblia. 



1 comentario:

  1. Llevas razón, tristemente, en cada una de tus palabras. Como bien dices un experimento de psicología de masas a gran escala. Ya lo decía el masón Bill Gates hace unos años. Ya no hace falta una bomba nuclear, con bioterrorismo se puede hacer muchísimo más daño, sobre todo a nivel psicólogico, creando pánico y terror, y provocando unas secuelas a corto, medio y a largo plazo irreparables.

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