martes, 24 de marzo de 2020

Los mejores libros para entender el magnicidio de Carrero Blanco y los lugares clave de su asesinato en Madrid

El 20 de diciembre de 1973 fue asesinado el presidente del gobierno español Luis Carrero Blanco. La democracia, esa forma de gobierno en la que teóricamente los llamados ciudadanos ejercen el poder político sin tener ni idea de política, acabó imponiéndose en España pocos años después; lo haría sin embargo pisando abundantes charcos de sangre y gracias a un sin fin de traiciones, hasta el punto que podría decirse que el nuevo régimen nacía maldito.

Las causas del atentado terrorista que truncó la vida del almirante y mano derecha de Franco nunca fueron esclarecidas del todo. Pero fue una muerte conveniente, como otras anteriores de presidentes del gobierno españoles, para las aspiraciones de quienes pretendían controlar el nuevo régimen "democrático" o medrar en él. Para hacernos una idea de la oscuridad del caso, el sumario de la investigación desapareció sin dejar rastro, y finalmente la amnistía general de 1977 supuso un deshonroso carpetazo al magnicidio de Carrero Blanco, que fue sacrificado y nadie pagó por ello. Aun así, hoy por hoy contamos con algunos libros de gran interés que contienen algunas claves del terrible atentado.

Lo que sabemos a partir de los trabajos de Ricardo de la Cierva, Manuel Cerdán, Carlos Estévez y Francismo Mármol, José María Manrique y Matías Ros, o el propio Francisco Pérez Abellán, podría resumirse, en cuanto a las responsabilidades criminales se refiere, en los siguientes puntos:

1. La organización terrorista ETA (socialista, independentista y vasca) fue quien acometió el atentado, pero no lo hizo sin la cooperación de otras fuerzas que participaban del mismo fin.

2. Se ha señalado que poderosos servicios de inteligencia extranjeros poseían información sobre el magnicidio y que no hicieron nada por impedirlo, como la CIA, que tenía su central estratégica en la calle Serrano, a unas decenas de metros del atentado. Otros indicios sugieren que los americanos no sólo tenían conocimiento de la operación sino que además fueron inductores de la misma, e incluso supervisaron los explosivos para garantizar el éxito del maquiavélico plan. La idea era controlar el próximo régimen liberal y a sus dos partidos en liza, uno conservador y otro socialdemócrata, y obligarlos a suscribir la defensa de Occidente frente al enemigo común: la URSS.


3. También se ha señalado al KGB soviético como instigador del magnicidio, a partir de los lazos ideológicos naturales con la ETA, aportando a ésta la cobertura exterior y el impulso estratégico necesarios para herir de muerte al régimen más anticomunista de Europa. Y sobre todo a la oposición comunista en Francia. Además, de los servicios de seguridad franceses consta que protegieron a la ETA y no informaron a Madrid de las actividades de ésta.

4. Por último, cabe señalar también la colaboración de miembros de los propios servicios secretos españoles e incluso del régimen, y no necesariamente del gobierno de Carrero, pues existió un evidente desinterés por la seguridad del presidente del gobierno y por desbaratar la conspiración de los terroristas vascos, a pesar de las numerosas advertencias de algunos miembros de la seguridad del Estado.

En fin, para Ricardo de la Cierva, que en mi opinión ha sido el historiador mejor informado y más lúcido, "sin descartar el conocimiento previo del atentado por parte de la CIA, me parece mucho más probable señalar a la KGB como central estratégica de información y cooperación para los etarras. Ironía trágica: los dos grandes enemigos que Carrero señalaba en su testamento, el comunismo y la masonería, serían, si esta conclusión es, como creo, verosímil e incluso probable, el inspirador probable y el inspirador posible de su asesinato". 


Pues bien, hace unos meses, a primeros de año si no recuerdo mal, anduve paseando por los escenarios principales de los hechos: iglesia de San Francisco de Borja, en la céntrica calle Serrano, frente a la embajada de los Estados Unidos de América, y por el punto exacto donde estalló la bomba que ocasionó la muerte del presidente Carrero, en Claudio Coello 104, a la espalda de la parroquia de los jesuitas.

Recorrer lugares tan relevantes de la reciente historia de España, con el conocimiento de los hechos en mi memoria, me emocionó enormemente. Experimenté entonces una gran fascinación y también sentí una gran lástima, porque de aquel capítulo decisivo el pueblo español no guarda ningún recuerdo, y a nadie, o casi nadie, interesa ya la verdad histórica.

Aun así, dejo un listado para quien disponga de tiempo y desee comprender la realidad actual de España, que aunque no lo parezca tiene mucho que ver con los años previos a la denominada Transición y con la Transición misma.

*(Más sobre el atentado de Carrero)

LOS MEJORES LIBROS PARA ENTENDER EL MAGNICIDIO DE CARRERO BLANCO

  • ¿Dónde está el sumario de Carrero Blanco?, de Ricardo de la Cierva.
  • Matar a Carrero: La conspiración, de Manuel Cerdán.
  • Carrero. Las razones ocultas de un asesinato, de Carlos Estévez y Francisco Mármol.
  • El magnicidio de Carrero Blanco, de José María Manrique y Matías Ros.
  • El vicio del magnicidio español, de Francisco Pérez Abellán.



1 comentario:

  1. Además de los trabajos citados, hay al menos otra terna de libros recomendables, relativamente recientes, que no obstante, no he leído de momento.
    Estos son:
    -Todos quieren matar a Carrero Blanco, de Ernesto Villar.
    -El precio del trono, de Pilar Urbano.
    -Los servicios secretos de Carrero Blanco, de Juan María de Peñaranda.
    Al no haberlos leído, no puedo garantizar el interés de los mismos, pero por entrevistas a los autores o informaciones indirectas intuyo que merecen la pena ser leídos.

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