El precio del trono de Pilar Urbano (I): un rey, dos reyes, tres reyes

Saber poca Historia es muy peligroso; y saber mucha muy laborioso. La Historia no se aprende, o mejor aún, comprende, leyendo un libro de 1.000 páginas como éste. Es necesario leer muchos libros de muchas páginas y, sobre todo, que ofrezcan visiones opuestas; o al menos que presenten novedades significativas o relacionen hechos poco conocidos y bien documentados. El precio del trono, en cualquier caso, es un colosal trabajo periodístico, que narra la historia como si fuera una crónica novelesca que da gusto sorberla hasta empaparse totalmente de ella.

El reportaje en cuestión gira en torno a la figura de Juan Carlos de Borbón, rey de España entre los años 1975 y 2014.

Sin embargo, el primer capítulo, titulado "Un rey, dos reyes, tres reyes", está dedicado en exclusiva al personaje de Don Juan de Borbón, padre de Juan Carlos. Con todo, la narración comienza con Alfonso XIII, abuelo de Juan Carlos y padre de Juan, que abandonó España con la súbita proclamación de la II República. A pesar de las grandes expectativas del soberano tras la victoria de los nacionales en la Guerra Civil, Franco consideró innecesario restaurar a corto plazo la Monarquía en España. A raíz de esta postura cerrada del Generalísimo, se abrió un conflicto diplomático entre el Jefe del Estado y el pretendiente al trono; conflicto al que también entraron en juego las potencias extranjeras, principalmente Reino Unido y Usa.

Relata Urbano que al principio las potencias vencedoras quisieron derrocar a Franco y establecer una democracia liberal bajo la dirección del nuevo rey, que sería elevado a la dignidad real con el nombre de Juan III. Pero el fantasma de la Guerra Fría hizo mudar de estrategia a las potencias occidentales, pues fueron conscientes de que Franco podía ser un firme aliado en la guerra contra los comunistas.

En resumidas cuentas, Franco se consolidó en el poder, y al Conde de Barcelona no le quedó más remedio que dejar bajo la tutela del Caudillo a su hijo Juanito...

En conclusión, el volumen de Pilar Urbano es, además de un admirable trabajo de hormiga, un reportaje fascinante y una mina de informaciones valiosas. Y tal vez lo mejor que ha escrito la veterana periodista valenciana en su larga trayectoria. Aun así, aunque pretende ser un relato objetivo, es un texto más bien sesgado, pues la autora es incapaz de ocultar su escasa simpatía por Franco -lo cual se aprecia en las mismas descripciones- y por todo lo que representan los principios del Movimiento. Yo diría que sus sesgo es anglófilo, e intuyo que selecciona muchos datos y hechos a conveniencia. Igualmente, se aprecia resquemor hacia los vencedores y cierta benevolencia hacia los vencidos, cuando fueron precisamente los vencidos quienes agitaron a las masas e hicieron todo lo posible para que los españoles no tuviesen más remedio que escoger entre una tiranía revolucionaria de corte estalinista o una guerra santa.

Y es que incluso los periodistas que actualmente presumen de no ser, políticamente hablando, correctos, con algunas cuestiones de la historia de España se vuelven de repente mansos oficialistas. Por no decir sumisos oficianoicos.