lunes, 27 de abril de 2020

Sabiduría y la locura en Fortunata y Jacinta

+++Fortunata y Jacinta de Benito Pérez Galdós (análisis de la obra, 7 de abril de 2020).


En la obra maestra de Galdós, doña Lupe, la de los Pavos, y su sobrino Maximiliano Rubín, constituyen una de las parejas más interesantes y cómicas de la novela. Fortunata y Jacinta es de algún modo un retrato de buenas y malas costumbres, de vicios y virtudes, de actitudes decorosas y conductas desvergonzadas. Es también una novela de ideas, a veces contrapuestas; el antagonismo entre la sabiduría y la locura es de las más sugerentes, y se centra principalmente en torno a las figuras del singular Rubín y su tía, siendo esta última una persona dominante y entremetida.

Con toda claridad, doña Lupe le explica a su sobrino sus puntos de vista. Y en algún momento le dice: "ahí tienes el motivo de todas tus desgracias, el no contar para nada con las personas que deben guiarte". Y cuando Fortunata reincide en sus adúlteros amoríos con Juanito Santa Cruz y abandona el hogar conyugal, doña Lupe le arroja a su sobrino la acostumbrada andanada de dardos: "Ello tenía que suceder, porque los malos pasos conducen siempre a malos fines... El resultado es que sale todo lo que yo digo. El pecado trae la penitencia". 

A Maximiliano, finalmente, se le escuchan unas sentencias que sus oyentes consideran "el colmo de la sabiduría y de la cordura", aunque el pobre desgraciado, a base de creerse la misma cordura andante, acaba en un hospital para locos. Con todo, su reflexión postrera no tiene desperdicio:

"Los resentimientos que había en mi corazón los he ido desechando... La idea de matar la considero yo ineficaz y absurda, como un medicamento equivocado. Sólo Dios mata, y Él es quien siempre enseña. Yo he tenido celos horribles, yo he tenido rencores ardientes; sin embargo, toda esta maleza va cayendo bajo el hacha de la razón... Razón y nada más que razón. Ya no pienso matar a nadie, ni aun a los que tanto odié. Veo las admirables enseñanzas de Dios, veo a los malos recibir su castigo, y procuro no merecerlo yo... Éste es mi sistema, ésta es mi vida".

Curiosas palabras que plantean la cuestión de fondo del sentido de la vida. Y que, sobre todo, aluden a los principios que hemos de seguir para que nos vaya bien en la misma. 

¿Qué es la vida, en definitiva? Asunto inmenso e interminable, del que como mínimo sabemos lo que dice Segismundo, otro de los vívidos personajes galdosianos: "hoy, una pena; mañana, una alegría".

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Fortunata y Jacinta de Benito Pérez Galdós (análisis de la obra, 7 de abril de 2020).


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