William Shakespeare nace en 1564, en una Inglaterra desconocida en el extranjero, empobrecida, y sin luces en el campo cultural destacables, pero que verá, en los reinados de Isabel I y sobre todo Jacobo I, el crecimiento de su nación hasta convertirse en potencia mundial. La vida del personaje no es menos fascinante que sus obras, aunque la misma todavía presente muchos puntos oscuros. Hamlet, la obra que comentamos, es uno de sus dramas más importantes, y a través de ella se puede admirar la genialidad de un hombre forjado tanto por los conocimientos de la antigüedad clásica como por la religión cristiana.