From Hell: Alan Moore invoca a Jack el Destripador desde el Infierno

From Hell es un verdadero mosaico de la sociedad victoriana de finales del siglo XIX. En él se describen con maestría y de una forma subyugante los acontecimientos más terroríficos que se recuerdan de la antigua Londres: los brutales asesinatos de Jack el Destripador. 1888 es un año en el que nos sumerge con perfección y violencia —por su capacidad para atraparnos en el relato— el excepcional guionista y creador de originales comics Alan Moore. Galardonada esta novela gráfica con infinidad de premios, tiene gran parte de culpa en el éxito de la obra el tétrico e ideal dibujo de Eddie Campbell. Con trazos a base de rayas, el dibujante nos muestra unas escenas negras, oscuras y angustiosas, que complementan formidablemente a una historia tan potente como perturbadora.

Desde el Infierno no es una historia en la que se propone una investigación policial para descubrir la identidad del salvaje asesino, sino más bien una lograda descripción de los hechos, una puesta en escena del popular mito de Jack el Destripador. Los personajes que aparecen en la novela gráfica son reales —como dice el propio autor—, y el pretexto narrativo que sugiere que el responsable de los crímenes fue el médico de la reina es una posibilidad que han considerado unos cuantos estudiosos del tema con anterioridad. Pero a los efectos no nos importa, simplemente se trata de explorar una vía, sea el doctor culpable o no. La cuestión es que perfectamente podría haber sido así y eso demuestra, entre otras cosas, un estupendo trabajo de documentación.

Y es que el guión es extraordinario y potentísimo. Muy complejo. Desfilan por la narración rituales masónicos, complicadas filosofías, símbolos ocultos, etc.; también el miedo corre por las páginas y hasta la propia locura impregna las viñetas de From Hell. Y no faltan guiños históricos como la aparición del hombre elefante (John Merrick), testigo de lujo de esos macabros acontecimientos. Pero volviendo a las dificultades del relato, advertir que presenta diferentes niveles de lectura, unos más superficiales que otros. Como la ascensión del doctor Gull, una de tantas metáforas que salpican la historia.

Definitivamente, From Hell es una de las novelas gráficas más impresionantes que han aparecido. Un retrato elaborado con bisturí para mostrarnos con precisión la diferencia de la elitista aristocracia victoriana y su gusto por las uvas, o el degradado mundo de los bajos fondos londinense, donde el asesino más famoso de la historia acudía para limpiar las oscuras callejuelas de sucias prostitutas. Desgraciadamente no es ficción lo que aquí se narra, sino un hecho histórico realmente siniestro. Un hecho que salpica por lo visto a la monarquía británica, y a esa sociedad secreta, no menos siniestra, que es la masonería.