domingo, 13 de marzo de 2011

El ángel perdido de Javier Sierra


Javier Sierra, cinco años después de su primera novela, La Cena Secreta, ha publicado un thriller sobrenatural que, me apena decirlo, no ha estado a la altura de su antecesora. A pesar de que el autor tiene un talento narrativo innegable, la historia no consigue transmitir ningún sentimiento, y no sólo es que la historia no emocione, es que por momentos se pierde el interés por ella. Javier Sierra, por el que tengo sin embargo una especial simpatía, se decide con El ángel perdido por las novelas comerciales, dirigidas a un público amplio, es decir, lo que toda la vida se ha considerado novelas baratas, esos relatos que no invitan a la reflexión y de los que no hay jugo que extraer. Tampoco lo pretende. El ángel perdido cumple, pues, perfectamente como thriller: entretiene y divierte. Pero sólo a ratos, pues la historia, desgraciadamente, no es lo suficientemente interesante presentando lagunas importantes. Ahora bien, detrás de la segunda novela de Javier Sierra se adivina un trabajo de investigación colosal.

      La historia, sin embargo, es original. Todo gira en torno a dos piedras mágicas que supuestamente permiten el contacto con los ángeles. Al parecer estos seres serían los que habrían advertido a la Humanidad, por medio de estos objetos, grandes catástrofes globales como por ejemplo el Diluvio Universal, comunicado a Noé, y que aparece también en el primer texto literario de la historia: La mesopotámica Epopeya de Gilgamesh. A través de los tiempos, personajes como John Dee, mago de la corte de Isabel I de Inglaterra, y otros, estudiaron a fondo las piedras con la finalidad de establecer comunicación con las escalas celestiales. Importantes avances tecnológicos supondrían las informaciones de los ángeles a los hombres. Pero luego descubrimos que quienes desean las piedras son ángeles caídos que desean recuperar su antigua naturaleza.

      Uno de los portadores de esas piedras en la actualidad es Martin Faber, un científico que ha sido secuestrado por una secta en Turquía para arrebatarle las joyas. Pero todo es una tapadera para que su mujer, la protagonista de El ángel perdido, Julia Álvarez, acuda voluntariamente junto a Martin y le ayude en sus trabajos. Ella es una pieza fundamental, pues al parecer tiene un don, con el que es capaz de activar las piedras. El caso es que poco antes de marchar, Julia decide no seguir a Martin en lo que le parece una auténtica locura. En consecuencia, se queda restaurando el Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago de Compostela. Sin embargo, el vídeo —que contiene material sensible— es interceptado por la Inteligencia de los Estados Unidos.

      A partir de aquí, Julia Álvarez se ve envuelta en una carrera por controlar las piedras y en la que participarán tanto la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de los Estados Unidos y miembros de la Oficina Presidencial y un grupo armenio conocido como los yezidís.

      Los Estados Unidos, que tenían conocimiento de las piedras a través de su ultra-secreto Proyecto Elías (proyecto encargado de determinar la fecha exacta del fin del mundo) sabe que si las piedras salen a la luz en estos momentos es porque se necesita otra vez el consejo de Dios para evitar una catástrofe. Al parecer todo estaría relacionado con la actividad del Sol. Una tormenta solar como nunca se había visto hasta entonces amenaza la vida en la Tierra, lo que venía a ser el fin del mundo bajo el fuego que habían profetizado tanto los indios hopi como los mayas. Sólo entidades sobrenaturales pueden podrían decirnos qué hacer.

      Las primeras 105 páginas son junto a las escenas de acción lo mejor de la novela. El principio es arrollador y deslumbrante, se nota cuidado al detalle y está exquisitamente escrito. Además, es el único momento en el que El ángel perdido te emociona. Después, el enfrentamiento en Noia entre los yezidís y el equipo de asalto SEAL es frenético.

      Ahora eso sí, el trabajo de documentación que Javier Sierra ha realizado para escribir El ángel perdido es descomunal, y se puede sentir lo mucho que ha disfrutado la historia el autor. Es un trabajo de investigación encomiable.

      Después de todo, narrativa y estilísticamente Javier Sierra es muy superior al best seller Dan Brown (El Código da Vinci). Así pues, El ángel perdido es un thriller sobrenatural muy bien escrito, que ha supuesto un trabajo de documentación verdaderamente serio, pero que se une a la moda de las novelas que tratan del fin del mundo sin contar una historia que llegue a apasionar al público como sí lo hizo La Cena Secreta, mucho más interesante que ésta. 

      A pesar de todo, el talento de Javier Sierra para narrar enigmas es sorprendente, y cómo ha cuidado el estilo literario en El ángel perdido también.

FICHA
Título: El ángel perdido
Autor: Javier Sierra
Editorial: Planeta
Otros: Barcelona, 2011, 544 páginas
Precio: 21,90 €

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